jueves, 18 de abril de 2013

Días 91 y 92


Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el día? Espero que bien, y que hayáis tenido tiempo en él para daros un pequeño capricho. Muchas veces olvidamos que la vida está para disfrutarla, y no para sufrirla. Vamos anteponiendo las obligaciones que nosotros mismos o los demás nos ponen, y olvidamos buscar un momento del día para comerse algo prohibido, hacer una llamada, o hacer una pequeña travesura que nos arranque una sonrisa. Y, si no lo hacemos, para qué hemos vivido hoy? Mañana moriremos... no lo olvidéis!

Bien, os cuento que ayer no escribí porque terminé el día algo cansado y, porqué no decirlo, cabizbajo. Vamos variando las horas de entrenamiento de forma que podamos compaginarlas con el horario de trabajo de mi entrenadora, o con mis horarios de fisio y demás. Así que ayer nos levantamos muy pronto con el fin de poder entrenar antes de que comenzase la vida diaria en el CRE. Y he de decir que me encantó entrenar en silencio, mientras la gente todavía duerme y los pasillos tienen la luz tenue. Es como si el día hubiese empezado para mí y lo estuviese disfrutando con cada bola lanzada. Hicimos varios ejercicios de precisión y toma de decisiones. Estuvo muy bien!

El resto de la mañana la dediqué a cosas más personales. Entre ellas, llamar al taller a ver cómo va la furgoneta. La semana pasada me dieron la buena noticia de que habían encontrado las dos piezas que daban problemas con la caja de cambios y las iban a sustituir. Pero ayer, al hablar con ellos, me dijeron que, a pesar de haberlas sustituido, la caja seguía sin funcionar (de ahí lo de cabizbajo) y que ni siquiera me sabían decir qué le ocurre y, en consecuencia, cuándo estará arreglada.

Por la tarde, tuvimos sesión de aeróbic nada más comer. Estuvo bien, y la gente se va mojando y proponiendo diferentes movimientos; de forma que la cosa no sólo se hace más participativa, sino más variada también. Se nota los que vienen con periodicidad, pues se cansan mucho más tarde que el resto. Y, de la sesión de aeróbic, fui al segundo entrenamiento del día en pista. Así que, entre unas cosas y otras, no quise convertir el blog en una obligación, y opté por no escribir.

Hoy, tras levantarme a la hora de siempre y atender mis rutinas, tocaba sesión de fuerza. He hecho un pequeño experimento y he de decir que me ha encantado. Resulta que siempre hacía la sesión de fuerza con música muy activa, de gimnasio en plan discoteca. Y hoy he puesto todo lo contrario: un disco de cantos budistas. Se trata de una música muy lenta que invita a la interiorización. Y ha sido sorprendente cómo esa música me ha hecho meterme mucho más en lo que estaba haciendo y sentir cada movimiento y cada esfuerzo de forma consciente y aislada. Ha sido francamente interesante. El resto de la mañana, la he pasado con El Maestro. Quiere comprar unos chandalls en internet y hemos estado mirando opciones.

Por la tarde, nada más comer, tocaba sesión de pedalier. Hoy se daba la circunstancia de que, por temas de mantenimiento, iban a cortar la luz a las 16h. Así que me encontraba con la duda de si esperar a que volviese la luz, o hacer pedalier sin ver la tele. Y bueno, me he puesto la música del móvil y lo he hecho. De esa forma, luego me quedaba la tarde libre. Y ya que no había luz, tampoco funcionaban los ascensores del centro. Por lo que era un tiempo muerto que podía aprovechar.

Y poco más. Después del ejercicio nos hemos ido toda la pandilla a una terraza a tomar algo y echarnos unas risas; aunque hoy se ha vuelto frío y hemos vuelto un poco antes que de costumbre.

Mañana os cuento más cosas.

Besos a todos!

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