Hum...
Hola a todos! Cómo ha ido el día?
Espero que bien, y que el sol haya alumbrado vuestro día. Porque lo
que es aquí, tenemos la sensación de que el reloj se ha invertido y
vamos regresando día a día al invierno de hace dos meses. Qué
frío!
Bien, como ya imaginaréis los que me
leéis a diario, hoy, a pesar de ser domingo, era día de trabajo. Mi día de descanso fue ayer. Así que me he levantado a la hora de siempre para ponerme manos a la
obra. Tras desayunar y esperar al resto, hemos hecho sesión de
aeróbic en la sala de deporte. Ha estado bien, y alguno que otro se
ha quejado amistosamente de la sudada que hemos cogido. Al terminar,
mientras estirábamos, se ha colado en la música la canción de Jose
Luis Perales “Que canten los niños”. Y todos se han arrancado a
cantarla espontáneamente. Ha sido curioso. De hecho, ya hemos
comentado varias veces la idea de poner un karaoke en el centro, pues
sería divertido. Y, hablando hablando, ha salido a la conversación
los cantajuegos. Y les he prometido que, para la próxima, si puedo,
bajaré esa música a la sala y haremos aeróbic al ritmo del Señor
Martín-tín-tín.
Hemos terminado a mitad mañana; por lo
que he aprovechado para seguir escribiendo capítulos sueltos de un
libro que me llevo entre manos. Los días siguen medio lluviosos y
muy fríos, por lo que no apetece mucho salir. Al cabo de un buen
rato, he bajado a comer y luego a descansar.
Por la tarde, tocaba sesión con
“pedi”. Como os decía, los episodios de Moderm Family duran 20
minutos; por lo que, entre que luego estiro y demás, nos ponemos en
40'. Así que hoy he optado por ver uno nuevo y uno repetido.
De los dos episodios que he visto hoy,
había uno que vi hace tiempo, pero como en su día lo vi en inglés,
me apetecía volver a verlo en castellano. La suerte, las
circunstancias... no sé, “algo” ha querido que viese hoy dos
capítulos elegidos al azar que, curiosamente, guardaban un mensaje
que estaba relacionado el uno con el otro. Por un lado el sentido que
tiene esforzarnos al margen de lo que los demás piensen o esperen de
nosotros y, por otro lado, el sentido que tiene esforzarse cuando,
dicho esfuerzo nos hace no disfrutar de lo que ya somos.
Por un lado, en el primer capítulo,
Michel entrena en secreto al golf para ganar a su padre en un
encuentro aparentemente casual. Toda la vida ha estado soportando las
dudas y las críticas de Jay, que siempre decía que era torpe con
los deportes. Y por fin, ha llegado el día de jugar. Y le gana!
Pero, la reflexión que él mismo saca, es que ha sido bueno todo el
tiempo; que esforzarse por ser mejor es bueno; pero que, por encima
de todo, no hay que olvidar quién es cada uno. Y que, por más que
nos digan, que nos juzguen o nos critiquen, si nosotros sabemos
quiénes somos, lo demás carecerá de importancia. Si te esfuerzas,
es porque deseas hacerlo por ti mismo, no para que los demás cambien
su manera de pensar sobre ti.
Y, por otro lado, en el segundo
capítulo, la pareja de gays deja a su bebé en casa de Jay y viaja
hasta la frontera para acoger a un segundo bebé en adopción. Pero
los planes se truncan porque aparece una abuela del bebé diciendo
que no permite que se lo lleven. Tras el disgusto inicial, ellos
valoran lo que están haciendo, y se dan cuenta de que, a pesar de
tener ya una niña, han optado por no estar con ella y buscar otro
bebé más, cuando podrían estar con la que ya tienen y disfrutar de
ella. El episodio, hace una reflexión sobre lo que ya somos, lo que
hacemos cada día y lo que perseguimos. Y nos hace pensar sobre la
necesidad de seguir avanzando en la vida a costa de no atender lo que
ya tenemos, o dedicarnos a valorar lo que ya somos o tenemos y
disfrutar de ello.
Me ha gustado ver esos dos episodios
hoy. Y poco más. Hay un residente que sigue empeñado en que juegue
al dominó con él. Así que voy a ver si lo veo y le satisfago el
capricho. Mañana os contaré más cosas.
Besos a todos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario