Hum...
Hola a todos! Cómo ha ido el día? Y
cómo fue el día de ayer? Espero que bien, y que uno haya sido la
continuidad del otro, dando así sentido a las cosas que vamos
haciendo día a día.
Llevo unos días con dificultad para
colgar el blog en internet. Así que os cuento hoy lo que hice tanto
ayer como hoy, y a ver si tengo suerte... jejeje.
Ayer por la mañana, tuve entrenamiento
de bolas en pista. Fue un entrenamiento difícil para mí. La
ejecución de los ejercicios fue muy bien, síntoma de que el trabajo
que estamos haciendo va por buen camino; pero antes de empezar me
llamaron del taller para decirme que, tres semanas después, siguen
sin encontrar la avería de la furgoneta y, por tanto, no saben
cuándo estará reparada. Y me preguntaron si puedo pedir algún tipo
de subvención para la reparación, pues se intuye que va a ser cara.
Y bueno, entre eso y otras cosas, no pude estar centrado en el
entrenamiento. Lo que hizo que no me gustase. Es cierto que salió
todo bien. Y es algo difícil tratándose de ejercicios de control de
fuerza, donde tienes que estar muy centrado si deseas dejar la bola
en un punto preciso del campo. Pero también es cierto que mi cabeza
no paró de pensar en todo el tiempo. Y eso no me gustó.
El entrene fue a primera hora; por lo
que luego tuve la mañana libre. Aproveché para salir a comprar unas
cosas de comida de cara a la concentración de deportistas de mi
categoría que habrá la semana aquí en el CRE.
Por la tarde, tuvimos sesión de
aeróbic. Sólo la tenía yo, pero se apuntaron cinco residentes más
a hacerla conmigo. Les propuse innovar un poco, e hicimos la sesión,
con sus movimientos, sus gestos y su velocidad, al igual que otros
días, pero con una bola de boccia en cada mano. Pensé que 270
gramos no se notarían; pero vaya si se notaron! Aguantamos todos
hasta el final, pero con una sudada de muerte. Estuvo muy bien! Creo
que hacer ejercicio me vino muy bien para diluir la preocupación del
coche de la mañana. De hecho, poco a poco, un estilo de vida
deportivo ha ido ocupando mi forma de hacer las cosas desde hace
mucho tiempo. Me he dado cuenta que, cuando llevo mucho tiempo sin
meditar o hacer oración, siento que me falta algo. Y, con el
deporte, ocurre lo mismo. Aquellos que vivimos el deporte más allá
de las horas puntuales que podamos entrenar a la semana en un
pabellón, hacemos de éste un estilo de vida. Y el día que no sales
a correr, o haces un poco de ejercicio para soltar el cuerpo, lo
notas como algo que te falta.
En cuanto al día de hoy, contaros que
tocaba sesión de fuerza por la mañana. Así que he hecho mis
rutinas a la hora de siempre y he hecho la sesión bien temprano;
para poder salir después a comprar un regalo. La sesión ha estado
muy bien. Sigo sin bajar de la hora y cuarto. No porque me cueste lo
mismo, sino porque no me gusta hacer este ejercicio con prisas. Es un
buen momento para observar cómo está mi cuerpo y hablar con él.
Como os contaba, después de la sesión
de fuerza he salido a comprar un regalo. El termómetro se reía de
mí al mostrar 4 gélidos grados. Decían que la sensación térmica
era menor debido al viento; y os puedo asegurar que era así. De
hecho, al contrario de otras veces que salgo a pasear, hoy he salido,
he comprado lo que tenía que comprar y he vuelto al centro. De
hecho, debería salir ahora otra vez, y me lo estoy pensando. Ufff!
Por la tarde, después de comer y
descansar un poco, tocaba sesión con “pedi”. Tenía algo de
pereza encima. Supongo que porque me apetece salir y entre el frío y
no tener coche, no puedo. Y eso hace que esté un poco serio. De
hecho, hoy me decía una auxiliar en el comedor que tenía cara
tristona. Así que, para subir un poco los ánimos, me he puesto una
película de acción y mamporros para verla mientras pedaleaba. Y la
verdad es que los 40 minutos se me han pasado volando.
Y poco más. Mañana coincide que es
domingo con mi día de descanso. Así que volveré a escribiros el
lunes.
Tened un buen finde.
Besos a todos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario