sábado, 16 de febrero de 2013

Día 31


Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el día? Espero que bien, que hayáis disfrutado de él. Si no en su totalidad, sí de algunos momentos aislados que, si nos lo proponemos, todos podemos encontrar o identificar. Y es que, muchas veces, esos momentos dulces están ahí. Una llamada, una sonrisa, un té junto a un rayo de sol... simplemente, hay que saber disfrutarlos.

Bien, siguiendo con el plan de trabajo, os cuento que esta mañana tenía marcada una sesión de aeróbic para hacerla en mi habitación. Pero al comentarlo en el desayuno con algunos de los residentes, éstos se han ido apuntando y hemos terminado siendo ocho personas haciendo aeróbic. La verdad es que me ha gustado el detalle. Sobretodo, porque aunque hemos terminado sudorosos y colorados, todos han comentado que es algo que, una vez lo terminas, te das cuenta de que no cuesta tanto, y es beneficioso para el cuerpo. Seguro que repiten.

El resto de la mañana ha transcurrido con tranquilidad. El viernes no pude configurar la conexión de internet del ordenador; y el único residente que tiene un ordenador como el mío, no me ha dejado que viese cómo está configurado el suyo. Así que funciono hasta el lunes que vea al informático del centro con la conexión del móvil. Este hecho, hace que siga algo desconectado y me dedique más a leer o a salir a la calle. Y es que hoy ha hecho una mañana estupenda.

Pero, ha ocurrido algo que, os iba a contar como una mera curiosidad, pero que ha tenido relación con lo que he hecho por la tarde. Resulta que me he enterado que uno de los residentes no sabe leer. Y lo que me ha llamado la atención de esta situación, es preguntarme cómo se desenvuelve cuando va al supermercado a comprar. El ejemplo más claro es que, cuando ve una botella de agua, piensa que es de una marca, porque simplemente le suena, cuando en realidad en el envase pone otra. Supongo que es el ejemplo más claro de que, en el fondo, la marca no es lo más importante, sino el aspecto o la imagen de aquello que compramos. Me ha recordado a cuando voy con mi mejor amiga a un supermercado chino que hay en Valencia, donde compramos cosas desconociendo lo que pone en el envoltorio, y lo cogemos por su aspecto. O las veces que, estando de competición en otros países, he comprado cosas en los supermercados sin entender lo que ponía en sus envases pero sabiendo en todo momento lo que hay dentro. Y es que, una imagen, vale más que mil palabras...

Por la tarde, recuperada la copia de seguridad del disco duro (¿Cuánto hace que no hacéis una?), he visto con “pedi” el último episodio que tenía de Moderm Family. Y ha dado la casualidad de que estaba en inglés y, además, sin subtitular. Por lo que no he entendido casi nada de lo que decían. Sé que las tres parejas se iban a celebrar el año nuevo y dejaban a los hijos solos; y que a ninguna de las tras parejas les gustaba el lugar al que habían ido, en mitad de Texas, sucio y tosco; y cuestionaban la necesidad de celebrar el año nuevo de una forma diferente o en un lugar diferente, simplemente porque haya que hacerlo cuando, en realidad, es algo que no nos apetece hacer. Y esta situación me ha recordado a la anterior del supermercado; en la que, sin entender apenas más de 5% de los diálogos, sí sé de qué iba el episodio.

Y poco más. Iba a ir al cine a darle un descanso a las neuronas; pero iré mañana que hoy ya se me ha hecho un poco tarde.

Besos a todos!

1 comentario:

  1. Hola,
    soy el informático del centro, y he decidido no arreglar tu problemilla con la conexión a internet, que así lees más y sales más a la calle XD XD XD
    Por otro lado, lo que falla no es la conexión a internet (que también), sino que te has pasado al lado oscuro de la informática y tienes un mac. Y claro, si el equipo es malo...
    A quién se le ocurre.... XD XD
    Vale, ahora me paso por allí y te lo descacharro.
    - Nando -

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