domingo, 10 de febrero de 2013

Día 25


Hum...

Hola a todos! Cómo va el fin de semana? Espero que bien, y que os esté dando oportunidad a hacer todas aquellas cosas que solemos dejar para “cuando tengamos tiempo”.

Hoy, os escribo a una hora poco habitual. Y es que me mandaron un e-mail de apple diciendo que hay una partida de ordenadores que salieron con el disco duro defectuoso, entre ellos puede que el mío, y me invitan a que lo lleve a un Apple Store para que me lo cambien. Y como lo desmontaré esta tarde para llevarlo mañana a primera hora, os escribo ahora. Me han dicho que tardarán 3 ó 4 días en entregármelo; y aunque tengo el portátil, es posible que tarde unos días en escribiros o en contestar vuestros correos.

Bien, os cuento que ayer tuvimos jornada de liga de boccia en Madrid. Se trataba de la última jornada de liga en lo que a competiciones individuales se refiere. Y en lo que a mí respecta, iba a la liga en segunda posición; por lo que estaba obligado a ir y ganar los tres partidos si quería quedar campeón de liga. Fue un día pesado, por el madrugón y por los kilómetros que hubo entre León y Pinto. Pero valió la pena ir, competir y ver dónde estamos.

Es cierto que lo pasé bien. Pero ya no por el hecho de ganar los tres partidos; sino por la tranquilidad que sentí mientras jugaba. Supongo que el hecho mismo de decir que “jugaba” ya da una idea de que lo hice con comodidad y con tranquilidad. A diferencia de otros días, no hubo rituales, no hubo cosas raras... a decir verdad, ni siquiera hubo jugadas a 9 metros. Todos los parciales los saqué entre 1,5 y 3 metros. Cosa que sorprendió a más de uno. Pero también lo pasé bien por volver a ver a la gente, y por el hecho de hablar con jugadores y árbitros incluso entre parciales. Tanto Dani como Alex como Marcos, son rivales con los que da gusto jugar por cómo se comportan dentro y fuera del campo. Un ejemplo de ello, es la invitación de cualquiera de los cuatro a calentar juntos antes del partido. En Mayo, volveremos a encontrarnos en la competición de parejas.

Y poco más. Esta mañana he hecho sesión de pedalier con “pedi” y hemos visto un nuevo y penúltimo episodio de Moderm Family. El de hoy, ha tenido una moraleja muy clara. Nos habla de las veces que no participamos en actividades o con ciertas personas por la actitud de no salir de nuestra vida cómoda. Precisamente lo leía el otro día en el libro de “Entrénate para la vida” de la psicóloga deportiva del Betis, donde habla de lo que se llama “zona de confort”. Como aquella zona donde nos estancamos. Renunciamos a seguir aprendiendo o evolucionando porque nos sentimos cómodos en el lugar donde nos encontramos. Es, al mismo tiempo, una conversación que tenía el otro día con El Maestro, acerca de los residentes que no hacen nada en todo el día y les oyes decir lo felices que son y lo a gusto que están; cuando no ven que su vida se ha detenido; que hacen lo mismo que hicieron ayer y que harán mañana, sin que su vida de un paso hacia adelante. Y llegarán al ocaso de su vida y dirán: “he estado cómodo, pero no he hecho nada en mi vida”.

Lo dicho. Pasad un buen domingo y tened un buen inicio de semana. Nos veremos pronto.

Besos a todos!

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