Hum...
Hola a todos! Cómo va el fin de
semana? Espero que bien, y que os esté dando oportunidad a hacer
todas aquellas cosas que solemos dejar para “cuando tengamos
tiempo”.
Hoy, os escribo a una hora poco
habitual. Y es que me mandaron un e-mail de apple diciendo que hay
una partida de ordenadores que salieron con el disco duro defectuoso,
entre ellos puede que el mío, y me invitan a que lo lleve a un Apple
Store para que me lo cambien. Y como lo desmontaré esta tarde para
llevarlo mañana a primera hora, os escribo ahora. Me han dicho que
tardarán 3 ó 4 días en entregármelo; y aunque tengo el portátil,
es posible que tarde unos días en escribiros o en contestar vuestros
correos.
Bien, os cuento que ayer tuvimos
jornada de liga de boccia en Madrid. Se trataba de la última jornada
de liga en lo que a competiciones individuales se refiere. Y en lo
que a mí respecta, iba a la liga en segunda posición; por lo que
estaba obligado a ir y ganar los tres partidos si quería quedar
campeón de liga. Fue un día pesado, por el madrugón y por los
kilómetros que hubo entre León y Pinto. Pero valió la pena ir,
competir y ver dónde estamos.
Es cierto que lo pasé bien. Pero ya no
por el hecho de ganar los tres partidos; sino por la tranquilidad que
sentí mientras jugaba. Supongo que el hecho mismo de decir que
“jugaba” ya da una idea de que lo hice con comodidad y con
tranquilidad. A diferencia de otros días, no hubo rituales, no hubo
cosas raras... a decir verdad, ni siquiera hubo jugadas a 9 metros.
Todos los parciales los saqué entre 1,5 y 3 metros. Cosa que
sorprendió a más de uno. Pero también lo pasé bien por volver a
ver a la gente, y por el hecho de hablar con jugadores y árbitros
incluso entre parciales. Tanto Dani como Alex como Marcos, son
rivales con los que da gusto jugar por cómo se comportan dentro y
fuera del campo. Un ejemplo de ello, es la invitación de cualquiera
de los cuatro a calentar juntos antes del partido. En Mayo,
volveremos a encontrarnos en la competición de parejas.
Y poco más. Esta mañana he hecho
sesión de pedalier con “pedi” y hemos visto un nuevo y penúltimo
episodio de Moderm Family. El de hoy, ha tenido una moraleja muy
clara. Nos habla de las veces que no participamos en actividades o
con ciertas personas por la actitud de no salir de nuestra vida
cómoda. Precisamente lo leía el otro día en el libro de “Entrénate
para la vida” de la psicóloga deportiva del Betis, donde habla de
lo que se llama “zona de confort”. Como aquella zona donde nos
estancamos. Renunciamos a seguir aprendiendo o evolucionando porque
nos sentimos cómodos en el lugar donde nos encontramos. Es, al mismo
tiempo, una conversación que tenía el otro día con El Maestro,
acerca de los residentes que no hacen nada en todo el día y les oyes
decir lo felices que son y lo a gusto que están; cuando no ven que
su vida se ha detenido; que hacen lo mismo que hicieron ayer y que
harán mañana, sin que su vida de un paso hacia adelante. Y llegarán
al ocaso de su vida y dirán: “he estado cómodo, pero no he hecho
nada en mi vida”.
Lo dicho. Pasad un buen domingo y tened
un buen inicio de semana. Nos veremos pronto.
Besos a todos!
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