Hum...
Hola a todos! Cómo ha ido el día?
Espero que bien, y que hayáis tenido en él un espacio de tiempo
para ser capaces de decirle a quien queréis o admiráis, que tenéis
ese sentimiento. Y es que muchas veces observamos en silencio con
aprecio a otras personas, pero caemos en el error de no decírselo. Y
es importante que esa persona lo sepa. Por ella, y por nosotros
mismos. No cuesta nada decir a la otra persona que la valoras, que la
aprecias. Hacerlo, no nos hace débiles, sino fuertes.
Bien, hoy ha sido un día de esos de no
parar. Me he levantado a las 7:30 en previsión a todo lo que tenía
planeado hacer. Después de desayunar, he subido a hacer la primera
sesión de un programa de ejercicios de fuerza. El programa se centra
en grupos abdominales, dorsales, trapecios, hombros, brazos y
antebrazos principalmente. Y como no sabía lo que me iba a costar
hacer, prefería tomármelo con calma y tiempo; pues había quedado
luego con El Maestro para ir al mercadillo. La tabla entera de
ejercicios ha durado casi una hora y media; por lo que, cuando han
venido a buscarme, les he dicho que saliesen ellos que todavía me
quedaba un buen rato. Y como mi silla es más rápida, ya les
alcanzaba allí. La tabla ha ido bien. Hay ejercicios que los hago en
la cama, lo que hace que sude mucho. Pero en general, pasados unos
minutos, ni siquiera tenía sensación de cansancio. Mañana que
tengo el día libre veremos cómo me siento.
Total, que después de los ejercicios
me he ido volando al mercadillo donde me he encontrado con seis
residentes y una auxiliar. Y es que es un mercadillo muy grande y al
que va mucha gente. El Maestro ha comprado lo que necesitaba y nos
hemos vuelto corriendo para llegar a mesa puesta ya, a la hora de
comer.
Tras comer y descansar, me he
despertado de la siesta con una extraña sensación; y es que no
sabía qué día de la semana era. Supongo que vamos consiguiendo que
la mente se habitúe a trabajar sea el día de la semana que sea. Y
es bueno porque, en competición, no querrá descansar por el mero
hecho de que sea domingo o sean las 4 de la tarde. Pero reconozco
que, en días como hoy, en los que al despertarme tenía que hacer
todavía la sesión de pedalier, uno se queda con la sensación de
que no sabe cuándo descansa. Afortunadamente, la sensación ha
durado poco. Me he levantado con un -”¡venga!”- y he puesto a
“pedi” en el escritorio para la sesión de la tarde. A diferencia
de otros días, hoy hemos visto un episodio de “the big bang
theory”. Es una serie que no tiene moralejas como la de Moderm
Family; pero te ríes mucho con ella. Y era lo que me apetecía.
Ahora, el día va llegando a su fin.
Como si me hubiese esperado a este momento, el sol se pone por el
horizonte llenando mi habitación de un colo anaranjado tenue. Es el
momento adecuado para meditar un rato, observar la respiración, y
dejar que la mente se detenga unos minutos. Hoy ha sido un buen día,
y me siento afortunado de estar donde quiero haciendo lo que me
gusta. Como os decía, mañana tengo el día libre; así que no creo
que os escriba. Pero eso no significa que no piense en vosotros...
Besos a todos!
Hola Chema.
ResponderEliminarTus palabras me hacen pensar...
Me gusta mucho como piensas en alto.
Gracias