sábado, 2 de febrero de 2013

Días 16 y 17


Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el día? Espero que bien; y espero que el fin de semana esté yendo bien, que siempre os pregunto por lo que ya ha pasado, y no por el presente; que, a fin de cuentas, es lo importante.

Ayer tuve un día difícil y no os escribí. Por la mañana, tuve entrenamiento en pista. Fue un entrenamiento distendido y relajado, más para soltar brazo que otra cosa. Lo hicimos a primera hora porque a las 11 tenía hora en el dentista. Fui para empastar una muela. En teoría, media hora, tres cuartos a lo sumo, no más. Pero la cosa se fue complicando, y lo que en un principio era un empaste, terminó siendo una endodoncia en la que el dentista no conseguía encontrar el nervio y que terminó a las 14:15 de la tarde.

Al tener la boca abierta durante algo más de tres horas, tumbado e incómodo, salí tan cansado y con tan pocas ganas de nada que, conforme llegué al centro, me acosté a descansar. No suelo ser una persona que me queje. De hecho, el dentista me decía que en la inyección de anestesia la gente suele quejarse o moverse en el asiento, y que yo ni lo noté. Y es que siempre he tenido un umbral del dolor muy alto. Pero también es cierto que, llegado el momento, no soy un buen paciente. Pasé la tarde descansando, pues era mi tarde libre. Y entre las molestias de la encía, y el escozor de los ojos por el antibiótico que me están poniendo para los orzuelos, ayer tenía un humor bastante irascible. De hecho, hubo una pequeña confusión con lo que me debían hacer para cenar, y terminé levantando la voz, cosa que no había hecho en todo el tiempo que llevo aquí.

Hoy, restablecido casi por completo, me he levantado a la hora de siempre. Mi sorpresa ha sido ver el tejado del edificio de enfrente blanco. -”será escarcha”- he pensado. Pero enseguida se ha puesto a nevar a lo loco mientras desayunaba. Y no imagináis la tranquilidad que transmite desayunar mientras ves nevar. Un poco más tarde, con un cielo tan azul como mi polar de decathlon, me he puesto a hacer la sesión de aeróbic de hoy. Y, de repente, el cielo se ha puesto blanco y ha comenzado a nevar de nuevo. Y he de decir que, aunque estaba con los movimientos y con la música a tope sudando y moviéndome, me ha encantado volver a ver nevar. 



Después de comer, el tiempo ha vuelto a regalarnos una tercera nevada. Os adjunto una foto. He descansado un poquito, y “pedi” y yo nos hemos puesto con la sesión de la tarde. Como no podía ser de otra forma, hemos visto un episodio de Moderm Family. El de hoy, era bastante distendido, sin grandes cosas. Aunque la moraleja era bastante clara: muchas veces, nos ocupamos en lo que va a suceder, de tal manera, que olvidamos disfrutar del momento presente. Sobretodo, de los preparativos y del camino que nos lleva, inevitablemente o no, a ese final esperado.

Y poco más. Voy a aprovechar para ver el documental que tengo pendiente antes de la cena.

Mañana os cuento más cosas. Besos a todos!

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