Hum...
Hola a todos! Aprovecho un momento de
descanso para escribir y contar las cosas que vamos viviendo en la
villa. Hablo en plural porque esto es una situación en la que uno
deja de ser una isla y se convierte en un eslabón de una cadena de
emociones que conecta e interactúa con el resto de habitantes de La
Villa.
Creo que, si hubiese que elegir una
palabra que definiese cuál es el aspecto que está predominando por
encima de todos, creo que sería “sentimientos”. Es asombroso ver
cómo un lugar, simplemente por la actitud de las personas que lo
conforman, puede generar tantas sensaciones y tan intensas. Es
admirable ver a Iraníes comiendo junto a Iraquíes, caminar por las
calles y que todo el mundo se salude, se ayude... pero no hay
caridad, no hay lástima ni nada parecido. Todo nace de un estado de
tranquilidad y amistad. Todos estamos aquí por lo mismo, y eso se
respira en el ambiente. La Villa, es como una mini ciudad (todavía
no me he decidido entre mundo barbie y mundo lego), donde todo es
armónico. Nadie camina deprisa, todo es accesible y está construido
de manera sostenible. Me resulta todo tan artificial... espero que
este espíritu siga vivo tras la clausura de los juegos.
Respecto a nuestra habitación (la
comparto con mi entrenadora) es pequeña, de unos 25-30 m2, con dos
camas, un armario y un baño bastante apañado. Es muy agradable!
Estamos en la planta baja de un edificio. A ver si le hago una foto y
lo veis.
Hoy, hemos tenido el primer
entrenamiento. Hemos estado dos horas en pista y, como era el primer
entrene, ha tratado más en reconocer la pista que otra cosa. Es
suelo de madera fina. Absorbe bastante los botes de las bolas pero
está muy liso y ruedan muy bien. Yo, he estado particularmente a
gusto. Hemos podido colarnos unos segundos en el lugar donde
competimos (hemos entrenado en otra sala) y la verdad es que es un
lugar abrumadoramente enorme. Ahora que lo recuerdo, se me pone la
piel de gallina. No es que sea muy grande; pero es que, en el mismo
espacio donde en Beijing había 9 campos, aquí hay 5. y eso parece
que el lugar sea más grande. Es como jugar toda la vida en el patio
de casa, y entrar un día a jugar en un estadio de verdad...
Y bueno, aparte de entrenar, hemos dado
vueltas por la villa, hemos paseado al tiempo que íbamos viendo a
otros deportistas por la calle... cuerpos de películas, ortesis
impensables, discapacidades que nos dejarían de piedra, gente que
come con los pies porque no tiene brazos, ciegos que guían a otros
ciegos, deportistas que han salido en películas... la verdad es que
andamos todo el rato con los ojos abiertos, dejándonos sorprender
por todo lo que vemos. A veces, ha habido momentos en que me olvidaba
de la competición, disfrutando de todo lo que nos rodea aquí. Hay
tanto por ver, pero sobretodo tanto por conocer, que sé que por más
que os escriba no llegaré a abarcarlo todo.
Y poco más. Vamos a salir a dar una
vuelta antes de la reunión que tenemos antes de la cena. Así que os
dejo aquí y ya os cuento más cosas mañana.
Besos a todos!
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