domingo, 26 de agosto de 2012

Día 1


Hum...

Hola a todos! Aprovecho un momento de descanso para escribir y contar las cosas que vamos viviendo en la villa. Hablo en plural porque esto es una situación en la que uno deja de ser una isla y se convierte en un eslabón de una cadena de emociones que conecta e interactúa con el resto de habitantes de La Villa.

Creo que, si hubiese que elegir una palabra que definiese cuál es el aspecto que está predominando por encima de todos, creo que sería “sentimientos”. Es asombroso ver cómo un lugar, simplemente por la actitud de las personas que lo conforman, puede generar tantas sensaciones y tan intensas. Es admirable ver a Iraníes comiendo junto a Iraquíes, caminar por las calles y que todo el mundo se salude, se ayude... pero no hay caridad, no hay lástima ni nada parecido. Todo nace de un estado de tranquilidad y amistad. Todos estamos aquí por lo mismo, y eso se respira en el ambiente. La Villa, es como una mini ciudad (todavía no me he decidido entre mundo barbie y mundo lego), donde todo es armónico. Nadie camina deprisa, todo es accesible y está construido de manera sostenible. Me resulta todo tan artificial... espero que este espíritu siga vivo tras la clausura de los juegos.

Respecto a nuestra habitación (la comparto con mi entrenadora) es pequeña, de unos 25-30 m2, con dos camas, un armario y un baño bastante apañado. Es muy agradable! Estamos en la planta baja de un edificio. A ver si le hago una foto y lo veis.

Hoy, hemos tenido el primer entrenamiento. Hemos estado dos horas en pista y, como era el primer entrene, ha tratado más en reconocer la pista que otra cosa. Es suelo de madera fina. Absorbe bastante los botes de las bolas pero está muy liso y ruedan muy bien. Yo, he estado particularmente a gusto. Hemos podido colarnos unos segundos en el lugar donde competimos (hemos entrenado en otra sala) y la verdad es que es un lugar abrumadoramente enorme. Ahora que lo recuerdo, se me pone la piel de gallina. No es que sea muy grande; pero es que, en el mismo espacio donde en Beijing había 9 campos, aquí hay 5. y eso parece que el lugar sea más grande. Es como jugar toda la vida en el patio de casa, y entrar un día a jugar en un estadio de verdad...

Y bueno, aparte de entrenar, hemos dado vueltas por la villa, hemos paseado al tiempo que íbamos viendo a otros deportistas por la calle... cuerpos de películas, ortesis impensables, discapacidades que nos dejarían de piedra, gente que come con los pies porque no tiene brazos, ciegos que guían a otros ciegos, deportistas que han salido en películas... la verdad es que andamos todo el rato con los ojos abiertos, dejándonos sorprender por todo lo que vemos. A veces, ha habido momentos en que me olvidaba de la competición, disfrutando de todo lo que nos rodea aquí. Hay tanto por ver, pero sobretodo tanto por conocer, que sé que por más que os escriba no llegaré a abarcarlo todo.

Y poco más. Vamos a salir a dar una vuelta antes de la reunión que tenemos antes de la cena. Así que os dejo aquí y ya os cuento más cosas mañana.

Besos a todos!

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