viernes, 3 de agosto de 2012

...26...


Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el día? Espero que bien, y que hayáis podido reconstruir en él algo nuevo que haya dejado atrás viejas etapas. Recordad que, aunque sea solo en nuestra mente, las cosas no llegan hasta que otras se van; y las cosas duran lo que otras tardan en llegar.

Yo he tenido hoy un día muy interesante y ameno. Ha sido interesante porque, después del entrene en pista de la mañana, que ha sido bien tempranito, me he ido al fisio del CEARD. Gracias a la gestión de mi entrenadora, puedo utilizar ese servicio hasta que nos marchemos a Londres. El fisio, un buen tipo, me ha advertido de que la sesión me iba a doler... y uf! Vaya si ha dolido! Necesitaba llegar a la inserción del psoas para ver cómo está. Y para ello, ha de ir hundiendo sus dedos en el abdomen hasta que llegar a tocar las crestas ilíacas. Tú tienes que respirar profundamente, y al espirar él va hundiendo los dedos poco a poco. No es doloroso en sí, pero sí muy molesto. De hecho, he sudado más que en el entrenamiento. Pero la sesión me ha gustado. Es fisio de la selección de atletismo de deportistas sin discapacidad. Y, hablando con él, me daba cuenta de que compartimos muchas ideas. Rutinas, costumbres, disciplina, horas de sueño... me decía que todas esas cosas son los pequeños detalles que, sumados, dan la diferencia entre un oro y una plata. Palabras que me suenan bastante... jejeje!

Después del fisio, me he ido al centro a dejar en una costurera los pantalones de la equipación de Londres que no son de chandal. Tengo dificultad para abrochar botones, y prefiero que los cierren y les pongan una goma en la cintura para que pueda ponérmelos sin desabrochar. He de volver la semana que viene a por ellos.

Lo gracioso ha sido cuando, al regresar con el coche al CRE, me he encontrado con varios trabajadores y residentes del centro en la calle. Eran las 12 y, como cada viernes, habían cortado la calle para protestar por los recortes. Y no me han dejado pasar al garaje, que está en la parte de atrás, hasta que han deshecho la manifestación. Algunos conductores hemos esperado, otros han dado la vuelta... en fin...

Tras comer y descansar un poco, he puesto el partido de tenis en la mitad de la pantalla y el Bolero de Ravel en la otra (es lo bueno de tener un ordenador de 27”), y he visto el tenis mientras hacía las series de ejercicios de brazos.

Y poco más. Hoy me he levantado con ganas de entrenar, de trabajar de cara al tiempo que nos queda, de disfrutar con lo que hago cada día, sin pensar en los que han de venir. A fin de cuentas, los días que han de venir son precisamente eso, los que han de venir. Más vale, como el episodio de ayer, disfrutar hoy de un porche, por si nos morimos mañana, que estar siempre pensando en los días que han de venir... ¿No?

Besos a todos!!

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