Hum...
Hola a todos! Cómo ha ido el día? Y
el fin de semana? Espero que bien, y que, siguiendo el guión de la
estación en que estamos, hayáis podido pasear al sol y desconectar
de vuestras obligaciones. A veces, no hace falta hacer grandes cosas
ni marcharse muy lejos de casa para poder descansar de nuestra
rutina. Únicamente la intención, es suficiente.
Hoy, he tenido un día que podría
definir como pesado. Anoche seguían las fiestas del vecindario, y
tras la verbena, hubo un karaoke que duró hasta no sé qué hora...
pero vamos, que he dormido 4 ó 5 horas, no más. Podría haberme
quedado durmiendo, pero tocaba sesión de pedaleo por la mañana y
quería seguir con las rutinas y los horarios de siempre. A fin de
cuentas, el no poder dormir es una variable que se puede dar en mitad
de una competición, y quería responder bajo esas circunstancias.
Total, que he bajado temprano a
desayunar y, después de conversar un rato con la recepcionista (ayer
me recomendó que viese un documental en youtube que consiguió
sacarme las lágrimas de la emoción), he subido a la habitación
para ver, junto a “Pedi”, el último episodio de la tercera
temporada de Modern Family. Y como siempre, el episodio llevaba
consigo una pequeña moraleja. En el de hoy, la pareja de gays que
tienen una niña adoptada, y llevan varios episodios peleando por
adoptar a una segunda, se dan cuenta, tras un intento fallido, del
tiempo y la energía que llevan intentando esa segunda adopción sin
darse cuenta del tiempo que están perdiendo pudiendo disfrutarlo con
la hija que ya tienen. Y es que, muchas veces, nos empeñamos en
tener más, en alcanzar más, y no nos damos cuenta de que nuestra
vida sería más plena si disfrutásemos de lo que ya tenemos. Es
necesario avanzar, crecer, tener más? Podríamos dedicar esa lucha a
disfrutar? Porque, cuando lo alcancemos, nos detendremos o seguiremos
buscando otra nueva que alcanzar? Siempre he defendido la actitud de
lucha y de superación; pero también comparto este mensaje de saber
disfrutar de las cosas que ya hemos alcanzado y no dejar que,
posibles nuevas metas, no nos permitan disfrutar de lo que ahora
somos.
Después del pedaleo, y de dedicar un
par de libros a unas auxiliares que se marchan de vacaciones y
querían un ejemplar para leerlo, me he dedicado a probarme los
pantalones que había recogido de la modista. Y hay que ver qué bien
me sientan!! y con ello, ha llegado la hora de la comida.
Como no había dormido apenas, he
descansado un ratito después de comer. Pero como no quería caer en
una gran siesta, para seguir cuidando las costumbres de cara a
Londres, no he dormido mucho. Ya descansaré a la noche. Así que, ya
que tocaba sesión de aeróbic por la tarde, he dividido la pantalla
en dos y he hecho el ejercicio mientras veía el partidazo de
baloncesto. Lo hemos tenido ahí, y nos hemos ganado el respeto de
todas las demás selecciones. Creo que eso es importante.
Y poco más. El martes nos vamos a San
Cugat, hasta el domingo, y tengo las dos maletas, la de esta semana y
la de Londres, en mitad de la habitación, y las voy haciendo
conforme me acuerdo de las cosas que he de meter. Así que, entre el
partido y las maletas, se me ha pasado la tarde.
Lo dicho. Mañana os cuento más cosas.
Besos a todos!
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