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Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el día? Espero que bien, y que haya sido una gota más, un ladrillo más en la construcción de un camino que, al final de nuestra existencia, llamaremos vida. Pienso que debemos intentar mantener siempre una mente constructiva; ser conscientes de cuál es el camino que deseamos trazar e ir poniendo, ladrillos paso a paso, aunque haya días en que sólo pongamos uno. Vendrán días de esplendor, de fortuna personal, de bienaventuranza, donde colocaremos y sumaremos muchos ladrillos en forma de experiencias. Pero habrá otros días, de encierro, de estudio, de sacrificio personal, de dudas... pero que, a fin de cuentas, días en que podemos seguir colocando ladrillos. Y, os aseguro, que esos ladrillos son los que dan firmeza a los demás. Ánimo!

Bien, ayer no escribí. Y os cuento con sinceridad que sí lo hice. Escribí el blog dos veces; pero, tras leerlo, no me gustaba lo que leía. Y preferí no enviarlo. Vamos llegando al final de una etapa de trabajo, y me noto cansado. Ya no físicamente, sino mentalmente. Ayer, os hubiese contado lo que hice en fisio, o el ejercicio de aeróbic de por la tarde; pero no me gustaba la forma en la que os lo contaba; pues, simplemente, lo escribía sin mucha ilusión. Hoy quedan dos meses justos para embarcar hacia Londres. Y van a ser dos meses de mucho trabajar, de mucho pulir, y de ir sumando, siguiendo la metáfora de antes, pequeños ladrillos que den lugar al camino correcto. Parte de ese trabajo, será reflotar una mente competitiva que vuelva a disfrutar con el trabajo de cada día. Mañana salgo de viaje otra vez, por lo que dejaré de escribiros hasta el lunes 9.

En cuanto al día de hoy, os cuento que hemos tenido entrenamiento en pista esta mañana. Hemos trabajado la precisión y la rapidez de la ejecución del movimiento. Me ha gustado, pues creo que es algo muy importante. Después del entrene, y tras bajar maletas al coche, he subido a la habitación a hacer algunas gestiones. Curiosamente, ha venido un grupo de personas a visitar el centro (recibimos muchas visitas de terapeutas, auxiliares, personal de otros centros...) y un par de ellos han aprovechado para comprarme algún ejemplar del libro al verlo en un cartel que puse en su día en el tablón de anuncios.

Por la tarde, siguiendo con la costumbre de no hacer siesta, he hecho la sesión con “pedi” de hoy. Hemos vuelto a ver un episodio de Moderm Family que me gusta mucho. En él, uno de los protagonistas sueña con caminar en las alturas sobre un cable, pero siempre se cae cuando intenta hacerlo sobre uno que pone en su jardín. Y su hijo le dice que, el problema, es que se cae porque sabe que puede caerse porque está a 15 cm y no va a hacerse daño. Así que vuelve a intentarlo a 2m del suelo. El final no os lo cuento; pero es emotivo.

Y poco más. He bajado a ver a la gente de boccia recreativa y he vuelto a subir para escribiros. Ahora, llega mi momento del día. Que, últimamente, se reduce a leer mientras me tomo una fanta de naranja en una mesa de la cafetería. Algo sencillo, pero que me relaja y me desconecta de todo el día...

Lo dicho; sed felices sabiendo que, a fin de cuentas, sentir la felicidad depende únicamente de nosotros mismos.

Os veo en 12 días!