viernes, 25 de mayo de 2012

...96...


Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el día? Espero que bien, y que hayáis podido encontrar en él un momento para deteneros a pensar si, la vida que lleváis, es realmente la que os gustaría llevar. A veces, basta despertar un pensamiento de rebeldía para que las cosas que suceden a nuestro alrededor comiencen a cambiar.

Bien, os cuento que esta mañana he vuelto a caballos. Me he alegrado mucho de reencontrarme con la fisio, con la psicóloga y su presencia siempre hermosa, con Balú, con la alergia... hoy ha sido un día de esos que he terminado con una sonrisa. Pero, como tengo tiempo, más que resumiros lo que ha ocurrido, lo transcribo:

Estábamos a mitad del recorrido, y dice la fisio que iba montada junto a mí arriba de Balú:
-Chema, como igual es el último día, qué te parece si hoy probamos a ir un poco al trote.
-Hum... (guardo silencio)
-Venga Chemaaaa (la pedagoga que camina junto al caballo).
-Es que reconozco que me da miedo.
-Pero miedo de qué, si no te va a pasar nada...
-Va Chema.... que yo te sujeto.
-Es queeee.....
-Vengaaaa, vaaaa....
-En fin... venga va! (Dios te salve María, llena de eres de gracia....)

Así que, en una pequeña recta, apenas unos metros, anduvimos al trote con Balú. Y buah... la sensación fue espectacular. Me moví de mi sitio mucho menos de lo que esperaba, y notabas cómo toda la columna iba arriba y abajo, sintiendo el traqueteo de los cascos contra el suelo. Reconozco que me encantó esos breves matices de adrenalina asustadiza. Eso sí, acabas que parece que hayas estado saltando la comba con todos los huesos. Pero muy cómodo. El último tramo, sentado solo en el caballo, lo hice otra vez llevando yo las riendas. Aunque, hay que decir que, lo de frenar, todavía no lo consigo y el caballo sigue adelante por más que yo tire de él. Al llegar, se me ha escapado un -”Manuel, hemos ido al trote. Más guai...”- Y la fisio se reía conmigo.

Hemos llegado al centro con la mesa puesta, como siempre. Y de allí, al entrene en pista de los viernes. El suelo del pabellón estaba más cubierto si cabe que ayer de la pelusa de las flores. A decir verdad, el paisaje de hoy era similar a un día de nieve, por la cantidad de copos que había en el ambiente. En cuanto al entrene en sí, podría decir que ha sido igual que los anteriores, los de otros viernes; pero la verdad es que no ha sido así. Conforme pasan los días, me siento más tranquilo y seguro de estar en el buen camino; y es algo que hace que entre en un círculo; pues al sentirme mejor, las cosas salen mucho mejor, como hoy, y hace que todavía tenga mejores sensaciones.

Y poco más. El Maestro me espera en el parque para dar una vuelta. Así que os voy a dejar aquí y mañana os cuento más cosas.

Besos a todos!!

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