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Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el día? Espero que bien, y que estas horas hayan dado de sí para poder descansar y para hablar con las personas que apreciáis. A veces, pasamos meses sin hablar con personas que sabemos que siguen estando a nuestro lado con el paso del tiempo. Familia, amigos, antiguos compañeros... cuánto hace que no les llamáis? Os imagináis lo que se alegrarán si lo hacéis? Seguro que, después de hacerlo, vosotros también tenéis una sonrisa en la cara.

Bien, hoy ha sido un día un pelín diferente. A pesar de ser un día no laborable (no lo considero un día festivo), me he levantado a la hora de siempre. Tenía sesión de pedalier y quería seguir con la rutina de siempre. Estamos en la recta final, y las cosas comienzan a costar un poco. Levantarse día tras día en pos de un objetivo, despertar cada mañana y decirse a sí mismo un “vamos!” sabiendo que nadie me empuja a hacerlo, que la habitación está en silencio y que el cuerpo desea seguir durmiendo, es más fácil si uno cumple una rutina. Las cosas, se llevan de otra forma si las empiezas de una forma mecánica. Ya habrá, después del desayuno, tiempo para imprimirle un sentimiento a lo que hago; pero nada más despertar, o lo hago de forma mecánica, sin pensar, o no arranco.

Anoche, dejé grabando la película de “el caso Bourne”; y la hemos visto “pedi” y yo mientras hacíamos ejercicio. Ha estado de lo más interesante. Después del pedaleo y la ducha, he seguido viéndola un poco más; hasta que, cuando ya era media mañana, me he acercado a ver a El Maestro. Habíamos quedado para jugar una partida de ajedrez y quería saber si prefería jugar por la mañana o por la tarde. Estaba peleando con su ordenador, comprimiendo cosas porque no le cabían más. Así que le he dado un vistazo a su ordenador, se lo he limpiado y le he pasado la música y las fotos a un disco duro, para liberarle espacio. Ha quedado perfecto; pero se nos ha ido el resto de la mañana en ello.

Así que me he bajado a comer y después he visto el final de la película. Me ha gustado bastante. Después de la peli, y tras descansar un poco, he hecho los ejercicios de brazos que venían marcados en el plan de entrenamiento de hoy. Y de allí, he ido al mirador a jugar al ajedrez. Seguimos con nuestras apuesta de seis partidas contra una. Hoy, me ha vuelto a ganar El Maestro. Y me ha pegao la bronca; ya que le he ido comienzo piezas de forma implacable. He jugado superbien. Pero en un momento de despiste, y siendo muy superior, me ha dado él el mate. Cachis.... no he sabido gestionar bien mi ventaja. Así que ya vamos 3-0. luego hemos jugado otra partida fuera de torneo y me ha vuelto a ganar. Esta vez de forma aplastante y en 15 minutos. Le decía que siempre juego mucho peor la segunda partida, pues estrujo demasiado el cerebro en la primera partida y no me quedan ideas para la segunda. Y él me decía que eso me va muy bien para ir trabajando la concentración; cosa en la que estoy totalmente de acuerdo.

Y poco más. Hay un residente que quiere que le dé un vistazo a su portátil también, así que voy a ver si lo veo y que me lo traiga; que estas cosas me distraen mucho.

Mañana os cuento más cosas.

Besos a todos!