domingo, 6 de mayo de 2012

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Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el día? Espero que bien, y que hayáis disfrutado de los vuestros, haya habido celebración o no. a veces, los pequeños momentos al lado de las personas que queremos son más valiosos que las grandes celebraciones. A fin de cuentas, lo importante no es estar al lado de los demás en sus momentos de celebración; sino en los momentos en que realmente nos necesitan.

Bien, ayer no os escribí porque tuve mi día libre. Aproveché para salir un poco, comer fuera, ver un par de escaparates y, sorprendentemente, algo de nieve también. Hoy, he vuelto a la rutina, al deber de cada día y, a fin de cuentas, a continuar persiguiendo mi objetivo. Me he levantado a la hora de siempre y he bajado a desayunar. Los residentes todavía no se acostumbran a verme tan temprano en el comedor a pesar de ser domingo; y siempre me preguntan a donde voy. Y cuando respondo que tengo que entrenar, siempre exclaman un “jo...”.

Hoy, no tocaba sesión con “pedi”, sino ejercicios de brazos. Es un poco más breve pero no por ello menos intenso. Y necesitaba algo que me animase a hacer ejercicio de buena mañana. Así que he pasado de ver películas y me he puesto un vídeo que creo ya os mandé una vez, de un concierto de 2007 en Japón, donde tocan la pieza del bolero de ravel. El director transmite una fuerza con su mirada que es insultante. No mueve los brazos; sólo mira a los músicos conforme tienen que entrar en acción y, con un gesto con la mirada, como si fueran las ráfagas que nos hace un coche con las largas, les va dando paso. Siempre me ha fascinado este bolero por la fuerza que transmite. Y hoy, me apetecía sentirla a todo volumen.

Después del ejercicio y poner un poco de orden en la habitación, he seguido ensobrando algunos libros que todavía me quedan por enviar. Si todo va bien, mañana mandaré todos los que quedan pendientes. Hay algunas auxiliares del centro que lo han comprado; y una de ellas, que lo comenzó ayer, va diciendo que le gusta mucho; lo que hace que el resto se anime a comprarlo también. MooOOola! Total, que entre esto, charlar un poco con El Maestro y otro poco con el residente jovencillo, se me ha ido la mañana.

Hoy, me apetecía darme un pequeño capricho. Creo que es bueno, de cuando en cuando, cuidarse y mimarse un poco. Y ya que mis compañeros de mesa no están los fines de semana e iba a comer solo igual, he llamado al chino para que me trajesen comida al centro. Hacía meses que no comía del chino!! y como me notaba el cuerpo raro, he optado por comer un poco de glutamato monosódico y estimular el sistema inmunológico, jajaja! Ayssss... qué bien se me ha quedado el cuerpo después de reciclar la comida! Jajaja!

Tras la comida y el descanso, ha tocado sesión de pedalier. Y hay que ver los calores que le siguen subiendo a uno en los 42 minutos que dura la sesión que tengo grabada. Pero está bien, porque tengo pequeñas referencias de canciones o comentarios que se oyen en la grabación, y voy viendo que aguanto más que antes al llegar a esos momentos en los que antes ya estaba jadeando.

Después del aeróbic, en el centro iban a hacer una actividad que no me atraía mucho; así que nos fuimos la pandilla a la asociación de jubilados donde solemos ir a tomar algo. Hemos estado un rato y, conforme iban llegando las abuelas dispuestas al bailoteo dominical, nos hemos marchado de regreso al centro.

Y poco más. Ahora, es mi momento; así que os dejo aquí con la promesa de veros mañana.

Besos a todos!

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