Hum...
Hola a todos! Cómo ha ido el día?
Espero que bien, y que hayáis encontrado en él un momento de
tranquilidad para observar, desde fuera, hacia dónde se dirige
vuestro camino. A veces, es necesario cambiar la óptica con la que
vemos nuestra propia vida para entender lo que en ella sucede.
Hoy, no tengo mucho que contar. Ha sido
un día de lo más tranquilo. Por la mañana, me he ido pronto a la
clínica donde sigo con las sesiones de fisioterapia. El brazo está
prácticamente restablecido de su contractura. Pero es mejor darle un
par de sesiones más y dejarlo bien del todo. Además, esta semana
será algo dura de entrenamientos; y ya que tengo las sesiones de
fisio autorizadas por el seguro médico, hay que aprovecharlas.
Después del fisio no he hecho mucho
más. Descansar un poco y leer tranquilamente. Hacía tiempo que no
tenía una mañana para mí; y ya que El Maestro andaba desaparecido,
he preferido quedarme leyendo.
Hoy he comido en el primer turno de
comida; pues así podía descansar un poco antes de ir a entrenar.
Hemos vuelto a doblar la sesión; así que he entrenado en pista, a
la vez que el grupo con el que entreno habitualmente, y luego con el
grupo de El Maestro. Han sido ejercicios variados. Algunos, han
salido realmente bien, cosa que me ha alegrado mucho. Y otros, no han
salido tan bien; cosa que hace que me dé cuenta que, a veces, me
exijo demasiado. Creo que debería ser tan tolerante conmigo mismo
como lo soy con los demás. Es un defecto que tengo...
Y poco más. La vida en el centro sigue
su curso. Ha entrado una chica nueva, que viene al centro de día, y
todos se preguntan quién es, qué le pasa y, sobretodo, si tiene
novio, jajaja! Por lo demás, el otro día una auxiliar me hacía una
comparativa de las cosas que a veces ocurren aquí dentro, con la
película de “amanece que no es poco”. Y francamente, este es uno
de esos casos en los que la realidad supera a la ficción.
Tal y como os decía, ha sido un d´ia
tranquilo y sencillo. Así que lo dejo aquí y mañana os cuento más
cosas.
Besos a todos!
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