Hum...
Hola a todos! Cómo ha ido el día?
Espero que bien. En los tiempos que estamos viviendo, uno no puede
mantenerse al margen de lo que ocurre a nivel laboral, económico y,
porqué no decirlo, sentimental. Pero sí podemos seguir mirando los
acontecimientos desde una óptica más optimista o menos. No se trata
de no ver las dificultades, sino de poder afrontarlas con el
suficiente ánimo para reírse de ellas. Un buen truco, ante las
dificultades, es imaginarse si, una situación determinada, seguirá
pareciéndonos insalvable dentro de cinco años o nos reiremos de
ella. -”ja!, te acuerdas cuando...?”
Bien, hoy no hay mucho que contar. Ha
sido un día muy tranquilo, muy sencillo. Últimamente, los días son
así. No quiero decir que sean aburridos, sino que he encontrado los
pensamientos necesarios para sentir que navego en un lago de aguas
tranquilas. De hecho, esta mañana, mientras estaba en el patio
esperando a montar con Balú, me encontraba apoyado contra una pared,
como si me encontrase en una tumbona, sin más ocupación que
observar las aves que volaban sobre nosotros a una altitud
incalculable. Paz... nada más.
En cuanto a los caballos, resulta que
hoy, con el calor que hacía, me he puesto en manga corta por primera
vez. Y tras estar un rato jugando con Balú, rascándole la frente,
diciéndole cosas y acariciándole mientras los demás descansaban,
he empezado a estornudar y a llorarme los ojos y a salir granitos en
los brazos. ¿Alergia? Parece que sí. Y en cuanto me he vuelto a
poner los guantes y la manga larga, se me ha pasado. Cachis.... el
paseo de hoy, lo hemos dado la psicóloga, que caminaba junto al
caballo, la fisio, que iba conmigo, y yo; así que me he sentido de
lo más afortunado por ambas compañías juntas. Hemos hecho el
recorrido de siempre, probando un nuevo tipo de asiento acolchado que
ponemos bajo la mantilla, y ha ido bastante bien. Y cuando la fisio
me ha preguntado si podía bajarse del caballo, ni me lo he pensado y
le he dicho que sí. Creo que es uno de los detalles que me hacen ver
que sigo disfrutando mucho de la actividad.
Hemos regresado al centro justo a la
hora de comer. Hemos comido y, enseguida, al entrenamiento en pista
de los viernes. Seguimos dedicando este día a los partidos; y más
en concreto, a los partidos a 9 metros. Siempre digo que todavía hay
cosas que pulir; pero también puedo decir que van siendo menos. Y
que la seguridad a la hora de jugar a esa distancia, es cada vez
mayor; cosa que se refleja, ya no en los resultados finales de los
partidos, que no nos interesan, sino en la forma de jugarlos y de
resolver las situaciones que se dan. De todas formas, y como es
lógico, a falta de tres meses y medio, estamos muy lejos de nuestro
100%. ningún deportista paralímpico, sea del deporte que sea, lo
está a estas alturas del año.
Y poco más. Queda una hora y pico para
la cena; así que comienza mi momento, mi espacio. Mañana es mi día
libre, que esta semana, puedo decir que me lo he ganao. Pero no me
iré fuera. El Maestro nos invita a un pequeño grupo a comer; así
que pasaré gran parte del día con ellos. A vosotros, volveré a
escribiros el domingo.
Buen fin de semana a todos! Intentad
que no sea un fin de semana más...
Besos!
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