Hum...
Hola a todos! Cómo ha ido el día?
Espero que bien, y que, haya comenzado como haya comenzado, termine
de la forma que vosotros deseáis. El mío, ha sido sencillo desde el
principio hasta el final. Así que puedo decir que me iré a la cama
con una sonrisa.
Ha sido un día con pocas aventuras;
así que no hay mucho que contar. Tenía la mañana libre y he
aprovechado para ir a La Junta, un edificio enorme y oficial que hay
en León que engloba a todas las administraciones. Tenía que llevar
los libros para el proceso de depósito legal y registro. Todavía no
había coincidido que yo tuviese una mañana libre, que no lloviese y
que fuese laborable. Por lo que, hasta hoy, no he podido hacer este
trámite. Por cierto que, hablando de libros, ya se han vendido
prácticamente los 200 ejemplares que imprimí en la primera tirada;
así que tendré que hablar con la imprenta para hacer una segunda
tirada. Hoy, hablaba con un par de auxiliares sobre algunos de los
capítulos del libro. En especial, el capítulo que trata de la ira y
de cómo, un mismo hecho, puede cambiar en función de los ojos con
que lo vemos. Ha sido una charla muy interesante.
El resto de la mañana, aparte de una
visita a correos para enviar más libros, no ha dado mucho más de
sí. He salido un momento a una librería para ver si tenían el
último libro de Matilde Asensi, pero, aunque ya lo están
anunciando, hasta mediados de junio no estará a la venta. Los que me
leéis desde el principio, recordaréis que os hablé hace un año de
un libro que trataba de piratas, y de la Sevilla de la época de más
esplendor y que formaba parte de una trilogía. El libro que saldrá
en junio, es el desenlace de toda la trama.
Por la tarde, tras descansar un rato,
he estado con El Maestro haciendo una compra para él por internet. Y
de allí, al entrene en pista. Hoy, junto con la entrenadora, se ha
quedado a verme entrenar un chico del centro de día al que tengo
mucho aprecio. Nos observaba, veía los ejercicios y permanecía en
silencio. Me ha gustado que viniese, porque es una forma de que la
gente de fuera sepa el trabajo que estamos haciendo. En cuanto al
entrene en sí, sólo puedo decir que ha sido muy cómodo; muy
agradable. Ya no por el ejercicio en sí, que trataba de trabajar la
precisión. Sino porque, al mismo que estaba lanzando bolas, estaba
conversando con la entrenadora y las bolas iban y hacían exactamente
lo que tenían que hacer. Es una señal de que estamos, no sólo
haciendo un buen trabajo, sino que además lo estamos haciendo de una
forma agradable y distendida. Creo que, disfrutar con lo que estoy
haciendo, es una de las grandes claves de que las cosas estén
saliendo, sencillamente, como deben salir.
Y poco más. Queda menos de una hora
para la cena y me apetece desconectar un poco del mundo. Así que os
dejo aquí y mañana ya os cuento más cosas.
Besos a todos!
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