Hum...
Hola a todos! Cómo ha ido el día?
Espero que bien, y que hayáis encontrado en él momentos que
compartir con las personas que queréis; y que, a través de ese
compartir, hayáis podido hacer que la otra persona se haya sentido
querida. Muchas veces, no hace falta decirlo con palabras; basta un
gesto, una mirada.. y a veces, hace más efecto que cuando lo
decimos. Supongo que todos necesitamos, no que nos digan que nos
quieren; sino sentirnos queridos. Y si es algo que necesitamos,
porqué no hacerlo con los demás?
Bien, hoy ha sido un día de esos de no
parar, a pesar de haber hecho pocas cosas. Esta mañana, he tenido
sesión de pedaleo con mi querido “pedi”. No sabíamos qué
película ver; así que nos hemos ido a un clásico: “el sargento
de hierro”. Mientras pedaleaba, han entrado un par de residentes al
oír la película, y todos exclamaban: “-oh! El sargento de
hierro!”- así que, mientras estaba a lo mío, se han quedado un
rato viéndola. Justo cuando terminaba de pedalear, ha venido El
Maestro. Deseaba comprarse unas zapatillas en internet, en una web
que las envía desde china, y hemos estado viendo modelos de
diferentes marcas hasta que hemos dado con unas que le gustasen. Y
entonces, ha empezado el regateo con el chino, que comenzaba
pidiéndonos 85 dólares por las bambas. Nosotros hemos empezado
ofreciendo 65. y tras unos correos cruzados al más puro estilo de
mercadillo, en plan, “amigo, tú eres listo, acepta 82”. -”tú
no quieres venderlas, verdad? Te doy 70...” hemos terminado
sacándolas por 73. Pero joer... lo que cansa regatear con esta
gente, jajajaja! Y bueno, entre eso y bajar a recoger el encargo de
la ortopedia, sobre el soporte para la silla donde poner la cámara
de fotos, se me ha ido la mañana.
Hoy hemos comido todos en el primer
turno, pues había reunión de auxiliares. Así que me ha dado tiempo
a leer el correo tranquilamente antes de irme a entrenar. Al igual
que el martes, he tenido sesión doble. Primero en la sala del centro
y luego en el pabellón. Y reconozco que he acabado un poco saturado.
De hecho, hemos cambiado uno de los ejercicios porque estaba saliendo
como el c... Pero bueno, supongo que tiene que haber de todo; días
en que salgan las cosas y días en que no.
Al regresar del entrene, me he
encontrado con una fiesta-discoteca en el comedor del centro con
motivo de la feria de abril. Desde la calle se oía la canción de
“el venao, el venao...”. Uffff...! menos mal que para la hora de
la cena, el guarda de seguridad tiene orden de dispersar a la
multitud, jajaja!
Y poco más. A ver si mañana os mando
las fotos de las zapatillas y de la adaptación de la silla.
Os tengo que pedir disculpas a las
personas que ya me habéis pagado el libro, pues sois muchas, porque
todavía no sé nada del libro. Le sigo preguntando a la persona que
se encarga del tema, y me da largas y me dice que no sabe nada. A ver
si mañana me pongo un poco serio con ellos...
Besos a todos!!
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