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Hum...

Hola a todos! Aunque no pensaba escribiros, porque es mi día libre, el día ha dado un par de situaciones graciosas que me apetece contaros para que os riáis un poco. Resulta que, por cambiar un poco, en vez de irme a Asturias, me he animado y me he ido a Zamora, que total, son como 30 kilómetros más. He de decir que iba recomendado por El Maestro, ya que él es de allí. Y, viendo después en la web de turismo, que es una de las ciudades con más iglesias y mejor conservadas, me he animado a ir y ver su catedral.

La ciudad, es bastante pequeña, me ha recordado a Teruel, y el casco antiguo está muy localizado en un extremo de la misma. Es cierto que, paseando por la zona histórica, he perdido la cuenta de las iglesias que he visto. Todas más o menos del mismo estilo, románico, y en un estado de conservación envidiable. Estaban todas perfectas. De hecho, la catedral pierde algo de interés al ser, junto al parador y un pequeño castillo, otros elementos más de un conjunto histórico enorme. Pero como conjunto y como ciudad, me ha gustado. Eso sí, aunque las calles del centro son peatonales y puedes ir con la silla por todas partes, me las he visto y deseado para encontrar un lugar donde comer que fuese accesible. Olvidándome, eso sí, de que tuviese baño adaptado. Menos mal que, junto al parador, estaba la biblioteca municipal y allí sí tenían baño.

Total, que eso, que cuando ha llegado la hora de comer, me he propuesto comerme un chuletón, o un solomillo, y me he puesto a buscar y buscar... y nada. Hasta que, al final, en la misma plaza mayor, he visto el típico restaurante con toneles en la entrada, en plan antiguo, llamado “la central”, y he entrado. Era un bar de los de toda la vida, bien decorado, y con una puerta al fondo que ponía “restaurante” y yo pensando (chachi!) y me dice el camarero,

-va a comer el señor?

-Sí.

-Pues adelante, yo le abro.

Y cuál ha sido mi sorpresa cuando, al otro lado de la puerta, había un wok chino de buffet libre. Se ve que compartían el local. Y la camarera, asiática hasta las cejas, me ha dicho un

-Ni hao! (hola), mientras llevaba un plato a una mesa.

Y yo no he podido evitar soltar un “wo chi fan...” (quiero comer...) por lo bajín, dándome por vencido. Así que, después de irme a mitad de Castilla la Vieja, dispuesto a comerme un trozo de vaca, va y termino en un chino comiendo arroz tres delicias.

Tras comer, he optado por regresar al CRE. El tiempo comenzaba a cambiar, el aire soplaba con fuerza y comenzaba a oler a tierra mojada. Y justo, ha sido subir al coche y ponerse a llover a pozales que no cubos. Total, que a mitad camino de regreso, había una pareja de la guardia civil en la carretera que me ha dado el alto. Conversación con el guardia civil:

-Documentación, por favor.

-sí, tenga.

-De dónde viene usted?

-De Zamora, que tengo el día libre y me he ido a hacer un poco de turismo. (yo ahí, con voz simpática y tal...)

(me mira con la ceja levantada) -pero usted es de Valencia.

(ufff) -sí, pero es que soy deportista, y estoy viviendo en León, en un centro deportivo, sabe?

-(mientras mira la documentación) Pues ha elegido usted un mal día para hacer turismo.

-Sí, cada vez llueve más, eh? (te estás mojandooo)

-deportista, eh? Y qué deporte practica?

(uffffff) -Se llama Boccia... (que no me lo pregunte, por Dios...)

-Boccia, y eso que es?

(Te vas a cagar por pesao) -pues es un deporte originario de la antigua Grecia, que lo adoptaron los daneses en los años 50 para usarlo de rehabilitación en los lesionados de la guerra. Hay un deporte francés algo similar, pero de reglas mucho más sencillas llamado petanca. Igual le suena (te estás mojando por hacer preguntas innecesarias...)

-Y eso es olímpico?

-Oh, sí, desde Seul 88.

-Muy bien. Que tenga usted suerte. Puede incorporarse de nuevo a la calzada.

-Graciaaas.

Y ahí termina la aventura. El próximo día, iré a Valladolid, que hay un museo de arte chino que es de los mejores de España...

Besos a todos!