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Hum...

Un amigo, un buen amigo, de los que me cuida, de los que me llama, de los que me escribe, con el que quedo cuando puedo a comer en Valencia, y con el que, charlando, siento cierta la virtud que hay en estar con alguien que aprecias, sin más sencillez que esa misma, estar, me ha mandado hoy un correo llamado “la historia de Pepe.” era un power point como los tantos que recibo de tantas personas, que son reenviados cientos de veces sin preguntarnos nadie quién lo ha escrito. Y la verdad es que me gustó leerlo. En él, se narra la historia de Pepe; un hombre normal y corriente que, ante las adversidades de la vida se encuentra siempre en la tesitura de poder elegir cómo interpretar y vivir las cosas: desde un punto de vista constructivo y optimista, o desde la maldición y la derrota. Habla de la oportunidad de ver el lado positivo de las cosas; y de cómo, aunque hay cosas que escapan a nuestro control y no podemos evitarlas, sí podemos elegir cómo vivirlas. Creo que me ha llegado en el momento justo, para recordar que, ser felices o no con las cosas que hacemos, depende de lo que nosotros decidamos. Ya no qué vivir, sino cómo vivirlo. Quería compartirlo con vosotros.

Hola a todos! cómo ha ido el día? Espero que bien, y que la primavera haya aparecido en ella. Porque vamos, lo que es aquí, ha hecho un frío de la leche. Aunque, es cierto que los parques están tremendamente frondosos y da gusto verlos. Pero, en lo referente a la temperatura, hemos vuelto a enero... jejeje.

Bien, os cuento que, tras hablar con mi entrenadora esta mañana de temas del entrenamiento y demás, me he encontrado con que mi fisio tenía el día libre. Y en consecuencia, yo también. Así que he aprovechado para salir al banco e ir al registro de la propiedad intelectual a registrar el libro. Tengo que volver, que me faltan cosas. A los que me habéis preguntado, mañana sabré el coste de la impresión y os lo podré decir para los que lo queréis comprar. En correos ya me han dicho que costará sobre 4 euros enviarlo certificado. A ver si se queda bien de precio...

Por la tarde, he tenido entrenamiento en pista. Hemos seguido con el test del jueves, que no lo terminamos. De hecho, hoy tampoco lo hemos acabado. No es que sea largo en sí; pero como lo estamos haciendo, exactamente igual, con la mano derecha y luego con la izquierda, es como si fuese el doble de largo. La parte de hoy, ha sido un poco más complicada; y claro, los porcentajes no han sido tan altos. Esto, siempre hace que me enfade conmigo mismo, que me exija, que no me conforme... a veces creo que no es bueno, a veces creo que sí.

Y poco más. Entre las gestiones de la mañana, y el entrene de la tarde, no he parado en todo el día. Así que voy a ver si cojo un libro que me traje de Valencia y comienzo a leerlo. Que tiene buena pinta.

Besos a todos!