jueves, 2 de febrero de 2012

...209...

Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el día? Espero que bien, y que el frío sólo haya sido una sensación térmica. Aquí, mientras os escribo, estamos a -3 grados, y hemos tenido 1 grado de temperatura máxima. Un placer... jajaja. Como el centro está climatizado, de vez en cuando salía a la calle algún despistado en camiseta pensando que no hacía frío, y se volvían corriendo al centro. De hecho, creo que guardan las cosas en la nevera para que no se congelen, jajaja! Por cierto que, esta mañana, a eso de las 10, veía flotar copos de nieve en el ambiente, y el cielo estaba tremendamente azul. Más curioso...

Bien, os cuento que hoy he tenido una mañana de lo más pintoresca. Tras hablar con mi entrenadora de las gestiones que tenemos que hacer, y de las cosas “de diario”, me he puesto con el pedalier. Hoy, mientras pedaleaba, he estado viendo un episodio de la serie Moderm Family, que me encanta. Me han dicho que anoche emitieron el primer episodio en Antena3, y parece ser que arrasó.

Tras el pedalier, me han llamado para que bajase a la sala de Snoozelen. Creo que os conté el año pasado, al principio de estar aquí, que es una sala de estimulación, con columnas de colores, hilos de fibra óptca de colores, sonidos, imágenes que se mueven... el caso es que había un par de chicos de la Universidad de Valladolid, que están haciendo un estudio sobre las ondas cerebrales y cómo éstas varían tras un proceso de relajación. Tiempo atrás, hicieron el estudio con personas con afectaciones cerebrales; y ahora nos tocaba a los que no la tenemos.

Total, que me han puesto una especie de gorro de baño de tela lleno de electrodos en la cabeza. Con una jeringuilla, iban inyectando gel en los electrodos, cosa que me ha dejado el pelo que daba asquito, y han conectado el casco al ordenador. Y ahí he estado, relajándome durante 5 minutos para tomar una primera medición. Tras la cual, la neuropsicóloga del centro me ha leído un texto para ir diciéndome a qué luces debía mirar, y qué debía imaginar. Y después, otros cinco minutos más de relajación para volver a medir las ondas. Cuando he terminado, me han dado las gracias sin más, y me he quedado con la intriga de saber si había habido alguna variación. A ver si me entero...

De allí, a comer. Y de comer, al pabellón. Hay que decir que hacía un frío considerable; pero que nos han puesto la calefacción y algo se notaba. Hoy, hemos hecho varios juegos antes de entrenar, para entrar en calor y para hacer un poco de piña, que nunca viene mal. Ha sido divertido. Y luego, un pequeño trabajo de precisión y un partido. Poco a poco, me voy dando cuenta de la importancia de la conciencia con que lanzo, con que me posiciono, el saber cómo está mi cuerpo, el movimiento que realizo... sobretodo, a la hora de hacer un lanzamiento que requiera cierta precisión. Digamos que, hasta que no integras todo eso en diez o quince segundos, no es el momento de lanzar.

Y poco más. Queda una hora para cenar y me apetece descansar un poco, leer y quedarme tranquilo. Mañana, ya os contaré más cosas, que seguro que las hay.

Besos a todos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario