sábado, 11 de febrero de 2012

...200...

Hum...

Hola a todos! Cómo va todo? Espero que bien. Llevaba un par de días sin escribiros, peleando en la cama con una gripe implacable, a base de antibióticos, mucolíticos y demás. Sin poder entrenar, sin poder hacer prácticamente nada. Hoy, todavía arrastro los últimos coletazos; pero quería escribiros porque es un día especial.

Según la web oficial de los juegos, estamos a 200 días de la ceremonia de inauguración de los juegos paralímpicos. Y parece que es mucho tiempo, pero es una fecha que la tenemos a la vuelta de la esquina. ¡Y me emociona! De alguna manera, siento que estamos entrando en la recta final, y lo estamos haciendo con muy buen pie. De momento, todas actividades que estoy realizando y que, de forma directa o indirecta están relacionadas con el entrenamiento, me están aportando cosas positivas. Y creo que eso es lo más importante de cara a la competición que se avecina. Pienso que Londres será una competición en la que, el estado de ánimo y mental, será tan determinante como el lanzar bien las bolas. Y en ese sentido, vamos por buen camino.

Hoy seré breve, pues no tengo nada que contar. Al estar descansando, no he hecho nada en lo referente a lo deportivo, excepto ablandar un poco las bolas. Me he pasado estos días leyendo tranquilamente, y charlando con El Maestro y resto de residentes sobre temas varios. Entre ellos, nuestro personaje Saturnino, que, cada día está más ido. Y no lo digo de broma. Comentábamos esta mañana que está siempre medio dormido, no sabemos bien si es por la medicación que le dan o porque está mayor; pero la verdad es que hace unos meses estaba mucho más cuerdo que ahora.

Hoy, le hemos dado una pequeña charla al residente jovencillo, pues estaba mañana se ha puesto a insultar a una auxiliar por el hecho de no querer darle el desayuno e instarle a que intentase comérselo él sin ayuda. Ya que es algo que sí hace de cuando en cuando en su habitación cuando está sólo. Hemos hablado de la actitud de esforzarse por hacer las cosa por uno mismo, frente al pensamiento de si las auxiliares están en el centro para todo aquello que podamos necesitar; que pienso que no es así. De hecho, una de las finalidades iniciales del centro, era la promoción de la independencia. Y darle de comer a alguien, cuando es capaz de hacerlo sólo, no ayuda mucho a conseguir ese objetivo.

Y poco más. Os dejo que vamos a seguir con la tertulia.

Besos a todos!!

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