lunes, 13 de febrero de 2012

...198...

Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el lunes? Espero que bien. Que hayáis tenido tiempo para vosotros, para deteneros a pensar el sentido de vuestros pasos, a hacerlos conscientemente, a disfrutar de ellos sabiendo que pueden ser irrepetibles.

Yo, he tenido un día... ¿adivináis? Alegre y sencillo!. Y es que así da gusto.
Esta mañana, nos teníamos que ir El Maestro y yo a montar a caballo. Al parecer, va a ir un grupo de televisión a rodar algo en la fundación, y hemos cambiado el miércoles que viene por hoy. O algo así me ha parecido oír. Que, dada mi hipoacusia, puede ser cualquier otra cosa. Jajaja! El caso es que El Maestro no se encontraba nada bien. Unos vamos saliendo de la gripe, y otros, como es su caso, parece que van entrando en ella. Así que me he ido a caballos yo solo. Y, al llegar allí, como han visto que no había prisa, pues solo montaba yo, nos hemos dado un gran y largo paseo por las calles del pueblo, la urbanización y las calles circundantes. No sé el tiempo que he estado encima de romero, pero ha ido mucho. Ya voy sin manos, y hemos ido cambiando ritmos, yendo despacio y al trote unos segundos. Y mola. Pero mola mazo!! eso sí, a -1 grado y cayendo copos de nieve. Pero me lo he pasado bomba. Aunque, he de reconocer que he terminado cansado y sudado. Pero me sienta y me siento tan bien...

Tras los caballos, ya no ha dado tiempo a mucho más. Me he acercado a ver a El Maestro, he hecho cosillas por el centro, charlado con unos y con otros, y he esperado a que fuese la hora de comer.

Después de comer y descansar, he bajado a la sala de ajedrez. Pero claro, sin el Maestro, y con los otros jugadores ausentes o en cama también, me ha tocado jugar solo. Ha sido interesante ir cambiando la perspectiva del tablero en función de si le tocaba a negras o a blancas. Lo bueno, es que he ganado yo, jajaja! Pero claro, es que sabía lo que iba a hacer mi rival en todo momento...

de allí, me he ido a aeróbic. Hoy, seguíamos siendo pocos. Cosa de la gripe principalmente. Pero ha sido igual de divertido. Nos hemos reído y canturreado alguna de las canciones que van sonando mientras íbamos con los brazos a un lado o a otro, tronco arriba, tronco abajo... ha sido intenso. Pero ha estado muy bien.

Y poco más. Hoy es uno de esos días en que me iré a la cama satisfecho y contento. No he hecho nada que no haya hecho en días anteriores. Pero lo he hecho con gusto; que es, a fin de cuentas, lo más importante de toda experiencia.

Mañana, os cuento más cosas.
Besos a todos!!

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