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Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el día? Espero que bien, y que haya sido un lunes diferente, de los que os haya hecho hacer una marca en el calendario por algún buen recuerdo. Hoy, os cuento con cierta satisfacción personal que me ha llamado un periodista de Madrid para concretar conmigo una entrevista mañana por la tarde, en la cadena COPE, entre las 16:30 y las 17h. La satisfacción no viene por la entrevista en sí; sino porque ha estado leyendo el blog, como uno más de las 8.300 visitas que ya tiene. Qué pasada!!

Bien, esta mañana, tras reunirme con mi entrenadora y hablar del plan de trabajo de la semana, he subido a la habitación a rodar la distancia del día con “pedi”, mi querido pedalier. Hemos vuelto a ver un episodio de la serie Moderm Family y nos hemos reído bastante. De hecho, reconozco que a veces es dificultoso pedalear cuando a uno le entran las carcajadas. Pero ha sido divertido. Y bueno, de allí, me he ido a correos a mandar un paquete y corriendo de vuelta a comer al centro.

Por la tarde, hemos tenido sesión de aeróbic. Me vuelve a molestar un poco el deltoides del brazo derecho. Me lo ha mirado el fisio y me ha dicho que intente no pasarme estos días. Y bueno, en aeróbic he hecho lo que he podido. Que a juzgar por la sudada que he pillao, ha sido bastante, jejeje.

También he jugado con El Maestro al ajedrez. Ha sido interesante. En la primera partida, cuando casi le tenía, ha hecho un enroque y ha tirado mi estrategia al traste y me ha ganado. Me ha recordado a la película “la última fortaleza” de Robert Redford, en la que plantea que, si conoces a tu enemigo, sabes cuáles van a ser sus movimientos... y creo que El Maestro comienza a conocer los míos, jajaja! De hecho, le he propuesto una segunda partida. Apenas nos quedaban 20 minutos para que comenzase aeróbic, por lo que no daba tiempo a una partida como Dios manda. Y le he planteado jugar una partida sin pensar, moviendo fichas en no más de 30 segundos. Y, el hecho de jugar instintivamente, ha hecho que le costase más ganarme. Jajaja! Tendré que pensar menos... jajaja!

Y poco más. Me queda una hora antes de cenar, que, como siempre, es para mí. Para leer, para desconectar un poco y para seguir sacando el gusto por las pequeñas cosas del día. Mañana, os cuento más.

Besos a todos!