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Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el día? Cómo va el fin de semana? Espero que bien. Que estéis encontrando tiempo para vosotros, para descansar de vuestras obligaciones, e incluso, olvidarlas. Yo, tuve ayer el día libre y por eso no os escribí. Necesitaba pasear, reflexionar sobre mi estancia en el CRE, y sobre el futuro que queda por delante por trabajar. Y salir aque me diese el aire y comer fuera del centro, es una buena forma de ver las cosas con perspectiva.

Pero, antes de contaros el día de hoy, os cuento que ayer, antes de salir, acudí a una reunión a la que nos convocaron a los residentes más... “funcionales”. Nos dijeron que, en un principio, y así lo pone en la entrada del centro, éste, se hizo pensando en la promoción de la independencia de los residentes. Y, por tanto, hay ciertas labores cotidianas que no deberían hacer el personal del centro y sí los usuarios, como ir a la farmacia, o pedir cita en el centro de salud o cosas así. Nos dijeron que las auxiliares no son nuestras madres, y que los residentes deben empezar a hacer algunas cosas por sí mismos. Y bueno, hubo reacciones para todos los gustos. Y es que, es muy fácil pasar de la pobreza a la comodidad; pero muy difícil pasar de la comodidad a tener que hacerse las cosas uno mismo. A mí, me parece que es una buena medida; pues si algunos residentes pretenden irse a vivir un día a una casa, de forma independiente, tendrán que hacer estas cosas y muchas otras más por sus propios medios.

Al terminar la charla, me llamaron al móvil de un centro digital que hay en León. Resulta que eché una solicitud de voluntariado tecnológico en la web www.hacesfalta.org y me han llamado por si quiero dar clases de informática a los abueletes del centro. Me mola la idea! Ahora, hemos de ver si nos cuadran las horas al centro y a mí. Ya os contaré.

Bien. Hoy, como si de un consultorio astrológico se tratase, alineaciones de planetas mediantes, es un día en el que se dan muchas cifras a la vez.

Por un lado, hago 500 días en León. Me parece una cifra tremenda. No me arrepiento de ninguno de los días pasados; y tengo la esperanza de seguir aquí unos cuantos más. Es imposible enumerar los beneficios deportivos, de salud, personales, pero, sobretodo humanos, que he obtenido y sigo obteniendo al estar y despertar aquí cada mañana. Para mí, esta será siempre mi segunda familia y mi segunda casa, esté donde esté el día de mañana.

Por otro lado, hoy estamos a seis meses justos de coger el avión hacia Londres. Nos queda medio año para trabajar y poner la maquinaria a punto. Y siento que nos queda mucho por trabajar. Tenemos las bases, y tenemos las herramientas; somos ahora mismo los cimientos de una buena casa. Y ahora toca construirla. Hemos de ser constantes. Habrá días difíciles, porqué no reconocerlo. Días de mandarlo todo a tomar por culo; y días en los que pensemos que todo esfuerzo es llevadero. Y todos los días juntos, los buenos y los malos, darán como fruto la construcción de esa casa. Me siento animado. Algo cansado mentalmente, pero animado, que es lo importante.

Y como colofón del día, os cuento que hoy era la última jornada de la liga madrileña de boccia en lo que a competiciones individuales se refiere. Y he ganado!! me he quedado campeón de liga por tercer año consecutivo. Y bueno, aunque los partidos no han sido muy buenos, he de reconocer que me siento contento por la labor hecha y por el esfuerzo que ha supuesto madrugar, bajar hasta Madrid, jugar y regresar en el mismo día cada vez que había jornada de liga. Y, por supuesto, todo esto no habría sido posible sin la ayuda de mi entrenadora, que ha estado a mi lado en cada uno de los pasos que he dado a lo largo de toda la competición.

Y poco más. Os escribo con un pie en la cama ya, que ha sido un día largo y lleno de emociones. Mañana dormiré hasta que necesite ir al baño y me dedicaré a arreglar un poco la habitación hasta la tarde que me toca pedalier. Pero todo eso, como digo siempre, será mañana...

Besos a todos!