martes, 28 de febrero de 2012

...183...

Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el día? Espero que bien, que haya sido alegre, preámbulo del mes que está a punto de comenzar, y de la primavera anticipada que estamos pasando.

Hoy, tras el desayuno, he tenido sesión de fisio. Los días van teniendo más luz; y la sala de fisio, donde una de las paredes es toda de cristal, es donde más se nota en el ambiente ese aumento de luminosidad y ánimos en la gente. Con el brazo restablecido, hemos vuelto al trabajo de rutina de los psoas, rodillas y caderas. Sigue costando. Es un pequeño cuento de nunca acabar, donde todas las sesiones me voy satisfecho, pero que, cuando regresas, vuelves a empezar. Cada vez me doy más cuenta de que, nuestro cometido, ya no es ganar rango articular, pues está todo bastante estructurado; sino mantener en las mejores condiciones posibles, lo que tenemos. Digamos que, nuestra batalla, no consiste en ganar, sino en no perder. Es así de sencillo.

Tras el fisio, me he ido con El Maestro a comprar unas cosas. Últimamente, vamos juntos a todas partes. Y me viene bien; porque, por alguna razón, llevo unos días sintiéndome un poco solo; y el hecho de que me acompañe, es una forma de mitigar esa soledad. En el grupo Zen hablamos mucho de vivir el presente, y de cómo nuestro ego nos saca de él para exigir que le hagamos caso. Hoy, a raíz de ese sentimiento de soledad, meditaba aprovechando las dos horas que tengo entre el entrenamiento y las clases de chino. Y me daba cuenta de que, mi sentimiento de soledad, viene provocado por mi ego; que quiere que le hagan caso. Es cierto que llevo un tiempo que no me llama prácticamente nadie, mi madre y poco más. Ni familia ni amigos. Casi nadie me escribe tampoco. Meditando, me daba cuenta de que no estoy solo, que permanezco en el corazón de mucha gente. Pero me daba cuenta también de que mi ego está pataleando buscando que le hagan caso y le digan que es importante, y que hace bien las cosas. Y en eso me he centrado; en seguir desidentificándome de él. Yo no soy mi ego. Yo no estoy solo. ¡¡Que le den!!

Tras las compras, hemos vuelto un poco antes de la hora de comer, pero no ha dado tiempo a mucho más. Y tras comer, enseguida al entrene. Hemos probado las bolas nuevas; y, aunque todavía es pronto para opinar porque están por trabajar y dar forma, hay que decir que tienen buena pinta... el tiempo dirá. Hemos seguido con ejercicios específicos. Es cierto que esta semana comienzo un pequeño desierto de tres meses sin competir. Pero eso no quita que haya que seguir trabajando a tope, día tras día, sin importar cuándo saldremos a la pista. Los entrenamientos, continúan porque todavía no hemos alcanzado la meta. Y es importante mantener una actitud y una mentalidad competitiva. Al menos, yo lo veo así.

Tras el entrene, y descansar un poco, me he ido a clase. Hoy, Wei Wei, la profe, no estaba porque estaba mala. Y en su lugar, había un chico llamado Li que hablaba muy deprisa y con otro acento que no tenía mucho que ver con el de ella. Pero ha sido una clase mucho más rápida y dinámica. Nos ha dado mucha información y, cuando me hablaba, tenía que dibujar en mi mente las palabras que me decía porque me hablaba muy deprisa y tenía que pensar la pregunta, traducirla al castellano, pensar la respuesta, traducirla al chino y decírsela. Se me ha pasado la clase volando.

Y poco más. He llegado hace un rato, he cenado, y me he puesto a escribiros. Ahora leeré un poco o veré la tele y me iré a la cama, que mañana hay que seguir estando a tope...

Besos a todos!

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