domingo, 15 de enero de 2012

...227...

Hum...

Hola a todos! Feliz año y esas cosas... Me alegra mucho veros de vuelta por el blog. Han sido tres semanas sin escribiros, y os he echado de menos. Pero ya estoy aquí de nuevo, dispuesto a contaros los que vaya sucediendo, desde hoy, hasta Londres.

De las fiestas, no hay mucho que contar que no sea personal. Estuve en casa, visité a las personas que deseaba ver, leí un par de libros, escribí mucho, vi películas, salí a comer con grandes amigos, de forma individual, para poder disfrutar de ellos, a cenar con otros, vi exposiciones, seguí con el pedalier y los ejercicios de aeróbic... pero, sobretodo, hubo tiempo para descansar el cuerpo y la mente. Han sido días de mucha serenidad y de poder ver, desde fuera, lo que significa estar en el CRE de León, centrado en un objetivo que se ve cada vez más cerca. Y hacerlo, me ha dado muchos ánimos de cara al trabajo que queda por delante. En la felicitación de Navidad de un buen amigo, éste escribía que, las cosas, no siempre las consigue el más fuerte o el más rápido; sino aquel que cree poder hacerlo.

Como pistoletazo de salida a esta última etapa, os cuento que ayer tuve una competición en Barcelona. Se trataba de una competición amistosa entre jugadores de mi categoría. Aprovechamos una jornada de la liga catalana para jugar allí los partidos. Por un lado, ganar o perder no era lo importante, sino la actitud con que jugaba. Aunque, la actitud inicial fue la misma que la de Noruega: ganar partido a partido como si fuese el último. Era una nueva oportunidad de ver dónde estoy; y, mientras jugaba, mi entrenadora iba anotando cosas que tendremos que pulir o trabajar más a fondo. Apenas quedan doscientos días, y parece que es mucho; pero queda también mucho por hacer. Irónicamente, puedo decir que me quedan doscientos días para hacer algo que tardaré doscientos días en hacer. Así que, no me encuentro agobiado ni nada por el estilo. Sé que tenemos el tiempo necesario para conseguir jugar, como hicimos ayer, modificando situaciones de juego en apenas seis milímetros de margen de error a seis metros de distancia. Y es que os tengo que decir que disfruté mucho con algunos de los partidos que jugamos ayer.

Físicamente me encuentro muy bien; pero siento que anímicamente estoy mejor. No me encuentro eufórico; sino sereno. Que es una sensación que me gusta más.

En cuanto al regreso al CRE, os cuento que anoche, cuando aparqué en el párking, en frontal de la furgoneta y los espejos, eran un bloque de hielo. Qué fríooo! Dicen que hoy nevará. Esta mañana, al bajar a desayunar, se han acercado un montón de residentes a felicitarme el año y darme la bienvenida. La verdad es que es algo que me sigue emocionando. Hacen que me sienta muy querido por todos. Enseguida, me han contado las novedades. Parece que tenemos una pareja nueva entre dos residentes, jejeje. Y bueno, marujeos varios. Uno que quiere que le instale una webcam, el residente jovencillo con una pequeña luxación, El Maestro alegre de nuestro reencuentro... me encanta!

Y poco más. Hoy ha sido día de deshacer maletas y de ver a unos y a otros. Así que no hay mucho más que contar. Mañana tengo día de descanso, y aprovecharé para salir a comprar que tengo la nevera completamente vacía. Pero eso, como digo siempre, será mañana...

Besos a todos!!

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