miércoles, 7 de diciembre de 2011

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Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el día? Espero que bien. El mío, ha sido muy interesante, y vengo dispuesto a compartirlo con vosotros un día más. Muchas veces, las cosas que una persona experimenta no cobran un sentido pleno hasta que las comparte con más personas.

Esta mañana he vuelto a madrugar un pelín más para entrenar en pista a primera hora. Ha sido un entrene de esos en que uno disfruta enormemente con lo que hace. Hemos hecho ejercicios de precisión, que han salido bastante bien, y luego hemos hecho ejercicios de propiocepción con los ojos cerrados, para terminar jugando un partido también con los ojos cerrados. Mi mente, estaba clara y serena, y eso hacía que, aun en mitad de una conversación, pudiese lanzar con los ojos cerrados y realizar, el 90% de las veces, aquello que me proponía. Colocar, romper, empujar, e incluso golpear por el aire, jejeje!

Después del entrene, me he ido a fisio a tratar una tendinitis en el pulgar de la mano derecha. Todavía no me explico cómo se puede tener una tendinitis en semejante sitio; pero, a raíz del dolor que voy teniendo a lo largo del día, cuando hago cosas como subirme el pantalón, impulsar la silla, comer o ahora mismo, mientras os escribo, me doy cuenta de que es un dedo que utilizo mucho más de lo que pensaba. Así que nada, masajito, ultrasonidos y antiinflamatorios. Cachis...

Por la tarde, nada más comer, he hecho una sesión de aeróbic un poco extraña, ya que estaban realizando unas tareas de mantenimiento en el centro y han cortado la luz un rato. Así que he hecho lo que mi memoria e imaginación me han propuesto al no poder ver la sesión en la pantalla del ordenador. Y de ahí, me he ido al centro de meditación.

El maestro, que hoy llevaba un chandall JOMA y unas nike que debían valer una pasta, tiene ya todas las papeletas de tratarse de un profesor de educación física de un colegio de niños. La clase de hoy, en mi opinión, ha sido muy intensa, muy... tremenda. Tras un par de meditaciones para ver cómo estamos por dentro, y cuáles son nuestros sentimientos actuales más escondidos, hemos hablado del sentido propio de la meditación. De porqué meditamos. El maestro, nos decía que no meditamos para relajarnos, aunque meditar nos relaja. Ni meditamos para ser más pacientes, aunque una cosa nos lleve a la otra. Sino que meditamos para entender que la mente es efímera (me ha encantado esa palabra). Que hoy tenemos unos pensamientos y unos sentimientos, y que mañana esos pensamientos cambian, se van, vienen otros... y que debemos de ser capaces, a través de la meditación, de no identificarnos con ellos. Digamos que las personas tienden a ser y comportarse por la forma que piensan. Si son cambiantes. Si uno no se identifica con sus pensamientos, si no se aferra a ellos, todo fluye y la esencia de cada uno se hace visible y permanece en el tiempo. Igualmente, nos hablaba de no aferrarse a las cosas, y de entender que las cosas, y las personas, somos temporales. Que un día dejaremos de existir. Y entender eso, liberarnos de cualquier pensamiento o de aferrarse a una idea u objeto, nos hace personas libres y dichosas. Ha estado muy interesante.

Y poco más. Voy a ver si hablo con la pandilla, para ver si mañana comemos fuera todos juntos o lo posponemos al sábado. Que, hay que trabajar, pero hay que tener tiempo para uno mismo también y para evadirse un poco.

Besos!

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