miércoles, 2 de noviembre de 2011

La llegada

Hum...

Queridos amigos, cómo ha ido el día? Espero que bien, y que la lluvia os haya acompañado en todo lo posible, que hace falta. Recuerdo que el otro día pasé por el embalse que hay cerca de aquí, del que os he hablado tantas otras veces, y estaba francamente vacío. Y es que, por muy al norte que estemos, aquí tampoco nos libramos de la sequía.

Bien, tal y como os contaba esta mañana, hemos llegado al CRE esta mañana. A nuestra llegada, había un comité de bienvenida en la misma entrada del edificio, con ganas de vernos, de pasarse la medalla unos a otros, de felicitarnos... los ha habido muy emocionados, con lágrimas de orgullo, otros más tímidos... pero, en general, un recibimiento caluroso que no me esperaba y que me ha hecho una ilusión tremenda. Os aseguro, y no me cansaré de decirlo, que da gusto estar aquí.

Tras subir, deshacer maletas y bajar a enseñar la medalla al resto de residentes y empleados, he subido a poner un poco de orden en mi vida. Las horas de sueño, los turnos de las comidas y los hábitos en general de los días en Hamar, han hecho que hoy me sintiera un poco desubicado a la hora de la comida y la siesta. Ahora mismo, mientras os escribo, que faltan dos horas para la cena, ya estaría terminando de cenar en Noruega. Jejeje.

Así que no hay mucho que contar. Me faltaba celebrar la medalla con la gente del día a día, y es lo que he hecho hoy. Mañana y pasado, aparte de tener sesión con el fisio y recuperarme con él de la competición y el viaje, no tengo mucho más que hacer.

Os adjunto dos enlaces a dos periódicos digitales que han publicado una breve noticia de la medalla. Mañana os cuento más cosas.

Besos a todos!




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