viernes, 11 de noviembre de 2011

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Hum...

Hola a todos! Qué tal el día? Preparados para el sorteo del 11/11/11? ponía en el periódico que se han agotado los décimos para el sorteo de esta noche. Y en el CRE, como si se tratase del gordo de Navidad, nadie habla de otra cosa. Todo el mundo sueña con lo que haría... y es que soñar es algo que nos sigue haciendo libres.

Bien, hoy, aunque ha sido un día de esos de no parar, no tengo mucho que contar. Por la mañana, tras el desayuno y hablar con mi entrenadora, he subido a hacer la sesión de pedalier con “Pedi”, que es como lo bautizó un buen amigo el otro día. A ver si este fin de semana vuelvo a crear una carpeta de música específica para el pedaleo. Sigo viendo películas mientras tanto, pero llegará un momento en que se me terminarán, digo yo!

Después del pedalier, y tras reponer líquidos y sólidos, me he acercado a la habitación de una de las residentes. Al parecer, me ha tomado por su informático particular, y cada dos por tres me llama porque ha hecho algo con el ordenador y no sabe arreglarlo. A veces me da por pensar que lo hace adrede para que le haga caso; ya que, muchas de las veces, al ordenador no le ocurre nada. Y como recompensa a mis atenciones, siempre me ofrece salir a tomar algo. Lo que yo os diga, que me quiere llevar al huerto...

Por las mañanas, siempre bajo a desayunar media hora antes que el resto de residentes. No por nada; por empezar la marcha que tenga que hacer después. Y tooooodas las mañanas, ella y Saturnino, cada uno con sus historias, me están esperando para contármelas mientras desayuno. Os aseguro que no he desayunado en silencio desde hace meses. En la tertulia de hoy, Saturnino me contaba que el médico le ha dicho que está perfecto y que puede comer de todo. Y que una vez fue presidente de una mesa electoral, y que su madre no se lo explicaba porque decía que él era subnormal. Y yo pensando: -”que me acabo de levantar!”-.

la mañana ha seguido transcurriendo con sencillez, sin más novedades, hasta la hora de comer. Y, de allí, casi enseguida, nos hemos ido al pabellón a entrenar. Hoy, como todos los viernes, tocaba partidos entre nosotros. Ha estado bien, pues éramos ocho, y hemos jugado cuatro contra cuatro, unos enfrente de otros. Pero, lo bueno del tema, es que a pesar de ser el primer partido de la temporada, la gente ha lanzado muy bien, y todas las bolas han quedado siempre muy cerca. Eso hace ver que poco a poco van teniendo el gesto técnico de lanzar más integrado; y que, como cualquier deportista que descansa o se recupera de una lesión, enseguida vuelven a coger el punto en los lanzamientos. Hay un hombre nuevo, del centro de día, que se está enganchando. Se le ve muy concentrado, que disfruta, que tiene ganas de avanzar... mola! Llevo un año y un mes aquí, y sigo empapándome de la frescura de esta gente.

Y poco más. Hoy no he visto al chico nuevo del que os hablaba ayer; pero sí a su hermano y a su madre. Yo, estaba en uno de los miradores que hay al final del pasillo, podando con las manos una planta a la que, de vez en cuando, se le secan las flores y se las arranco. Siempre la dejo bonita. Y bueno, estaba en ello, y la madre me ha saludado, sonriendo al ver lo que estaba haciendo. He de decir que tenían mejor cara que ayer.

Lo dicho. Os dejo a ver si leo un rato. Mañana saldré a hacer unas compras y quizás salgamos a cenar; así que no creo que os escriba.

Buen finde a todos!

1 comentario:

  1. No se por que dudo que el sorteo del viernes tenido alguna diferencia con los sorteos comunes...

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