domingo, 13 de noviembre de 2011

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Hum...

Esta mañana, en el programa de La 2 “el mundo se mueve contigo”, que lo presenta una deportista paralímpica que hace esgrima que se llama Gema, y donde se habla de muchos temas relacionados con la discapacidad, no sólo de deporte, han hecho un reportaje a Enhamed Enhamed, el nadador ciego paralímpico de Gran Canarias que se llevó 4 oros en Pekín. Al final de su entrevista, ha dicho algo así como que -”En la vida, hay que tomar decisiones. Y, o encuentras la mejor manera de afrontar las circunstancias, o dejas que las circunstancias encuentren la mejor manera de perjudicarte”-. Me ha gustado ese planteamiento.

Hola a todos! Qué tal ha ido el fin de semana? Me alegra veros de nuevo, leyendo las cosas que hago o dejo de hacer. Os aseguro que a veces, mientras paseo, o cuando ocurre algo en el comedor, contároslo y cómo hacerlo es lo primero que me viene a la mente.

Bien, os cuento que ayer tuve el día libre. Me levanté sin saber bien lo que iba a hacer; y cuando vi que hacía sol y buena temperatura, no me lo pensé y me fui a hacer un poco de turismo rural. A veces, cuando he ido a Oviedo, o a otros lugares de alrededor, no he visto los paisajes por la intensa niebla que se forma en la vegetación, que ni siquiera deja adivinar si vas por un acantilado o por una llanura. Y ayer, era el día perfecto. Así que me fui a la parte de Los Picos de Europa que hacen frontera entre León y Asturias. Lamenté no tener una buena cámara donde recoger la cantidad de variaciones ocres, amarillas, marrones y verdes que me ofreció un paisaje continuo de castaños, abetos y arces. Sencillamente precioso. Y, para más INRI, las montañas que daban sombra a semejante paisaje, estaban ya manchadas por las primeras nevadas del año. Os aseguro, que valió la pena el paseo. Como se trataba de un puerto de montaña en el que hay que ir despacio, pude ir todo el tiempo con la ventanilla bajada, oliendo los pastos mojados, los castaños, el musgo... eso sí, con cuidado porque a veces se acercaba algún caballo o vaca al borde del camino. Genial!! no es que anduviera estresado; pero desde luego, entre eso, y ver el río, con sus rocas haciendo espuma en el descenso, y las cascadas de los caminos, fue un día de puro relax. La nota de humor, la puso, cuando al llegar a Cangas de Onís, me detuve a ver tan tremendo y señorial pueblo, con su puente de piedra y una enorme cruz colgando con el Alfa y el Omega (símbolo de Cristo como principio y fin de todo); y, entre tanto caserón, y pasando el parador nacional, un antiguo monasterio que, desde fuera ya se adivina como una joya del románico, me encuentro con un enorme MERCADONA como pegote a todo el conjunto. En fin...

Hoy, mucho más ocioso, y sin prisas por nada, he esperado a la tarde para hacer mis kilómetros con el pedalier “pedi”. Me sigue gustando la sensación de estar dándole vueltas al cacharro este y notar cómo una gotita de sudor resbala por la patilla. Después, agua para reponer y una barrita de esas de pavo que compré el otro día.

Y poco más que contar. El día ha pasado con sencillez, con tranquilidad... El residente jovencillo ya ha llegado de su viaje, y El Maestro anda aburrido; así que vamos a ver si nos juntamos aunque sea en el mirador para charlar un rato.

Lo dicho. Mañana, comienzo de semana para algunos, os cuento más cosas.

Besos a todos!!

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