domingo, 23 de octubre de 2011

Día 373

Hum...

Mis queridos amigos, aunque hoy no tengo nada que contar, pues es mi día libre, no quería faltar a la cita de cada día con vosotros. Hoy ha estado lloviendo de forma intermitente. A veces con aire, a veces parecía que iba a salir el sol... pero en general, hace un día desapacible. Y según el móvil, será así a lo largo de la semana. Pufff!

Así que no os puedo contar mucho más de lo que haría cualquiera de nosotros en un día de domingo lluvioso. Quería haber salido a comprar una hucha en los chinos, donde ir metiendo las monedas que tengo; pero ayer, que no os lo conté, tras dar el paseo, la silla llegó al CRE con la batería casi agotada; cosa que no es normal. Así que, hasta mañana que llame al técnico de las sillas que viene al centro, prefiero no tocarla.

Total, que como era día ocioso, me he dedicado a rellenar los papeles para el voto por correo; y, de paso, rellenárselos también a El Maestro. Y entre eso, dibujar un par de camisetas y hacer el informe deportivo de la semana, se me ha ido la mañana.

La tarde, la he invertido en cosas de casa, sacar calcetines, arreglar cajones, charlar con algún residente que viene a mi habitación aburrido... Pero bueno, no me quejo del día, pues necesitaba descansar del tute físico de la semana.

Quedan 4 días para que nos vayamos a Noruega, al europeo. Qué ganas tengooo!

Os dejo con una reflexión de esas de domingo ocioso: cuando comemos o cenamos en el comedor, hay un par de enfermeras siempre por si ocurriese algo. Que alguien se corte, se atragante, se caiga... y este hecho me ha hecho pensar en los restaurantes. Si alguien fuese a un restaurante a comer y, de repente, se ahogase... creo que en los restaurantes debería haber, al menos un camarero, con nociones sanitarias para estas cosas. No? Como me lean en consellería, seguro que implantan la norma, jajaja!!

En fin... hasta mañana!

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