viernes, 21 de octubre de 2011

Día 371

Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el viernes? Espero que bien, como preámbulo del fin de semana. El mío, ha sido un día agitado, de un lado para otro, con momentos de descanso, y con momentos de ajetreo... pero bien.

Esta mañana, tras el desayuno, he estado ajustando la silla eléctrica. Longitud de los apoyabrazos, quitar los antivuelcos... etc. cuando estaba lista, he salido de la habitación a dar una vuelta por dentro del edificio con ella. Y ha sido una pasada. Se supone que corre 10 Km/h, como la vieja. Pero, o aquella no los cogía con el paso del tiempo, o esta corre más. Además, al tener las ruedas nuevas, los tacos suenan mucho, y hacen un sonido parecido a los F1 cuando aceleran. Hasta el punto de que la psicóloga ha salido al pasillo a ver qué era ese sonido. MooOOoola!

Pero bueno, tras la entrada en la habitación, o boxes, jajaja, la he dejado aparcada hasta mañana y me he puesto, con la manual de siempre, a pedalear la sesión de la mañana. Hoy, cansado de tanta película de acción, he optado por un clásico que me saca siempre una sonrisa, “la mujer de rojo”. Tremenda banda sonora de Steve Wonder... y con ello, casi me ha dado la hora de la comida.

Nada más comer, he subido al laboratorio a entrenar en pista. Reconozco que me ha costado un poco, pues tenía la comida en la garganta; pero le he sabido sacar el aspecto positivo, al ver que es una situación que se puede dar en una competición, y hay que estar habituado a esas situaciones. Seguimos con un trabajo tranquilo, con ambos brazos, con el fin de rodar el gesto y volver a mecanizar la rutina de lanzamiento: el gesto, la posición en la silla, los pensamientos... al final, he jugado un partido con el residente jovencillo. Se va viendo en la gente el mono que tienen de boccia, y de tirar bolas.

Y poco más. He salido un momento tras el entrene a cambiar un disco duro estropeado, y he vuelto a descansar y escribiros. Me noto la espalda un poco cargada; supongo que por no haberme tumbado en todo el día. Pero bueno, es como todo, hay días más intensos y días más tranquilos.

Lo dicho, os dejo con un beso y el deseo de que tengáis un buen fin de semana. Yo, mañana, tras la sesión de aeróbic, me iré a comer lo que me apetezca y a callejear un rato con la silla nueva.

Muacs!

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