martes, 18 de octubre de 2011

Día 368

Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el día? El mío ha ido muy bien. Sigo sacando el gusto a las cosas que hago por pequeñas que sean; y eso hace que cada día tengo su rato de luz, de hermosura...

Hoy, como todos los años, tocaba ir al hospital a hacerse el chequeo médico para tramitar la licencia deportiva. Es sorprendente cómo puede haber tanta diferencia de trato, y de tiempos, entre un hospital leonés y uno valenciano. Quizás sea porque es más pequeño, o porque sea privado... no lo sé. Pero da gusto ir a San Juan de Dios a hacerse lo que sea. He llegado, y ya me estaban esperando, sabiendo mi nombre, para hacerme la analítica. De allí al electro, y, tras almorzar tranquilamente, visita con la médico. Todo limpio, sin aglomeraciones, sin gente en las salas de espera, y sin esperas... un placer. Me han dado los resultados de la analítica allí mismo, en el momento, y sale todo perfecto. Así que guai.

Y bueno, en eso se me ha ido la mañana. Al llegar al centro, hacer la cama y atender el correo se me ha hecho la hora de la comida. Tras comer y descansar media horita, me he ido al pabellón a entrenar. Apenas quedan nueve días para que vaya a Noruega, y hay que ir recuperando el gesto técnico, la actitud y la mentalidad de una competición importante. El entrenamiento de hoy, ha sido un completo 50-50. El mismo trabajo con un brazo que con el otro. Al terminar, entre el hospital y el entrenamiento, me sentía cansado. Pero era ese tipo de cansancio del que os hablaba hace meses, en que sientes que todo va bien, y vas por el buen camino, sin prisas, poco a poco... vamos viendo y vamos comentando que otros jugadores, otras selecciones, entrenan como posesos, horas y horas al día, algo que es una locura a las alturas que estamos del año, con los juegos a once meses vista. Pretender estar ya a tope, es un error. Al menos, yo lo veo así.

Y poco más. Aunque el día ha sido intenso, no ha dado mucho de sí para escribirlo. Comentaros a aquellos que conocéis el libro que me llevo entre manos, en clave de humor, que sigo con él. Dentro de poco, os daré un nuevo anticipo. Mientras tanto, el culebrón de la comisaría sigue adelante, haciéndose la bola de nieve que rueda por la ladera cada vez más grande...

Y poco más. Voy a ver si leo un poco y descanso antes de bajar a cenar.

Besos a todos!!

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