lunes, 17 de octubre de 2011

Día 367

Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el día? El mío, aunque ha sido sencillo, ha sido un no parar. Esta mañana tras el desayuno y hablar con mi entrenadora, me he puesto a rodar un poco con el pedalier. Sigo sin ordenar la música; así que me he puesto otra película. Esta vez, ha sido “Hoosiers, más que ídolos”, de Gene Hackman y Denis Cooper. Me ha gustado tanto que, tras el tiempo de pedaleo y los estiramientos, he seguido viéndola hasta el final. Trata de un entrenador que llegar a un pequeño pueblo a hacerse cargo del equipo de baloncesto de la escuela. Tras luchar contra las ideas de la gente del pueblo acerca de cómo deben o no jugar los chicos, y pasar del figura del equipo, consigue inculcarles que, en un equipo, nadie está por encima de nadie; y que llegar a una competición importante requiere un esfuerzo y una dedicación, como todo en la vida. Y que, si se esfuerzan, el resultado nunca será importante, porque habrán dado lo mejor de sí mismos. Buah... me ha encantado.

La peli la he ido viendo a trozos, pues mi habitación se ha convertido estos días en un pequeño consultorio de residentes, donde vienen a contarme sus movidas. Y estos días ha habido una entre dos residentes, tan gorda, que hoy han terminado los dos en comisaría, por separado, poniendo una denuncia contra el otro, citando nombres de otros residentes como testigos y demás. A la hora de la comida, El Maestro me decía que si escribiésemos un libro sobre todo lo que ocurre aquí dentro, habría gente que pensaría que nos lo hemos inventado. Y yo lo miraba con cara de (o_O) ya lo he pensado... jajaja!

Y bueno, tras las judías con jamón y los dos platos de costillas con salsa barbacoa y la macedonia, me he subido a reposar semejante comida antes de bajar a la sesión de aeróbic. Hoy ha sido un poco más intensa que la de la semana pasada. Hacía mucho tiempo, más de diez años, diría yo, que no tenía el pelo tan largo; y hoy he recordado la sensación del pelo sudado y medio mojado.

Tras el aeróbic, y con pocas ganas, he bajado a jugar al ajedrez. Ha sido una partida medianamente larga con un residente con el que apenas he jugado antes. Casi le tenía, pero, en un despiste, y tras enrocar el rey, le he dejado el pasillo abierto a su torre y me ha ganado de la forma más tonta que podía ganarme. Cachis... hay que estar más atento!

Y poco más. Voy a ver si me doy una ducha antes de bajar a cenar. Mañana os cuento cómo ha ido el día.

Besos a todos!!

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