Día 277

Hum...

Hola a todos! Qué tal va todo? Espero que bien. No imagináis el gustito que da, a finales de Julio que estamos, despertarse a las ocho de la mañana, tapadito, y ver en el móvil que fuera hacen siete grados. Casi he olvidado los calurosos veranos de Valencia, jejeje. Creo que terminaré quedándome a vivir aquí, e iré alternando las estaciones entre Valencia y León...

Con ese fresquito, me he levantado y, tras desayunar, me he puesto con el pedalier. La música se ha vuelto rutinaria y tendré que ir pensando en nuevas canciones. Pero bueno, con lo que queda de temporada, lo dejaré para la segunda temporada, jejeje. De paso, tendré que ir pensando en nuevos espacios, en nuevos personajes para esa nueva edición del blog.

De momento, os cuento que ayer tuvimos una charla entre varios residentes. Hay una de las residentes, que nos lanzó un S.O.S a la pandilla al sentirse sola en el centro. La verdad es que es algo que me sorprendió un poco. Pero, tras pensarlo un poco, te das cuenta que es la tónica general del centro. La gente, se siente sola, y termina por encerrarse en la habitación, haciendo las cosas en soledad. Ésto, hace que, por un lado, los demás no nos demos cuenta de quién está solo y quién no; y por otro, los que nos quedamos tanto tiempo en la habitación, nos vamos acostumbrando a esa soledad, y nos cuesta luego salir con el resto de residentes. Me vi reflejado en ella, la entendí perfectamente. Así que, hasta que se marche de vacaciones, intentaré estar un poco más pendiente de ella. Además, es una chica muy maja; lo que hace que estar con ella no sea complicado. El único problema es que habla muy bajito, y le tengo que estar pidiendo constantemente que me repita las cosas.

Os lo cuento porque creo que es algo que se puede extrapolar perfectamente al día a día. A veces estamos con personas y nos preguntamos si viven algún tipo de soledad. Y bastaría un breve gesto para que eso no fuese así. Y al revés. Hay que intentar no ser personas tan solitarias... yo, intento aplicarme el cuento.

En cuanto a la tarde, os cuento la pereza que me ha entrado, tras comerme un plato de fabada asturiana, y un segundo plato de pescado, tener que ir a la sesión de aeróbic. Pero bueno, ahí estábamos, cuatro de nosotros, puntuales y dispuestos a sudar un rato. He vuelto a grabar la sesión, por si alguna vez me toca hacerlo en otro horario diferente al resto. Ha sido divertido. Esta vez, tras aprendernos los movimientos, cada vez era uno el que guiaba al resto.

Después, y tras una breve merienda, sesión de fisio. Hoy tocaba estirar todo el miembro inferior. Osease, piernas, caberas, rodillas, pies... ufff! La verdad es que noto las tensiones, pero luego me quedo muy relajado. Sobretodo, cuando me voy a la cama a dormir... y creo que hoy me pondré el pijama de nuevo. Qué gustoooo!!

Y poco más. Mañana os cuento cómo siguen las cosas. Tengo una pequeña sorpresa preparada, una imagen que me acompañará a la copa del mundo en Agosto, pero todavía no está colocada en su sitio. Cuando esté lista, le haré una foto para que la veáis.

Besos a todos!