martes, 12 de julio de 2011

Día 269

Hum...

hola a todos! Cómo ha ido el martes? Por aquí, si en vez de estar en León, me hubiese encontrado frente al Monte Ararat, hubiese jurado ver encallar al arca de Noé. Qué manera de llover! A las cinco de la mañana, un estruendo me ha despertado. Una tormenta se había posado sobre la ciudad y ha estado soltando rayos y truenos hasta bien entrada la mañana. Me ha gustado tanto, que le he dado al botón del mando a distancia que sube las persianas y me he quedado observando los flashes que iban entrando por la ventana desde tan temprano. Os mando una foto del cielo a las doce del mediodía desde mi ventana. A la hora de comer, ha seguido descargando; y ahora, mientras os escribo, comienzan a salir unos tímidos rayos de sol que poco a poco van aportando algo de claridad a lo que queda del día.



Bien, tras el desayuno, os cuento que he tenido entrene de bolas en pista. Si ayer se trató de un día con una carga claramente física, hoy se ha tratado de un día de bolas por partida doble. La mañana ha sido graciosa, pues aparte de centrarme en hacer los ejercicios de precisión, me ocupaba en aislarme de las conversaciones entre los dos residentes que más hablan de todo el centro. Ha estado muy bien. Al final, ha sido una hora y media de trabajo por la mañana.

Nada más comer, hemos tenido sesión de bolas otra vez. Esta vez, han sido dos horas; y reconozco que se me ha hecho mucho más largo que la sesión matinal. Pero, aunque las bolas no fuesen tan bien como por la mañana, encontraba en eso mismo la motivación por trabajar. Son y serán muchas las veces en que tenga que jugar nada mas comer, a esas horas, y no puedo excusarme en la idea de que es la hora de la siesta. Si toca trabajar, toca trabajar, y punto. Hemos seguido haciendo ejercicios de precisión, probando cosas, haciendo saques... de todo un poco. Ha sido un buen trabajo por el esfuerzo que ha supuesto. Al final, una pequeña molestia en el costado ha sido la señal para decir que ya estaba bien por hoy. Ahora, tras estirar y merendar, me siento a escribiros una vez más.

Y poco más. Entre las horas de entrene y el tiempo, no he salido del centro en los ratos libres. He hablado con El Maestro y mañana intentaremos retomar el ajedrez. El día 24 hay un torneo en la ciudad, y estamos pensando en apuntarnos. Ya se verá...

Lo dicho. Os veo mañana.

Besos a todos!

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