lunes, 11 de julio de 2011

Día 268

Hum...

Hola a todos! Qué tal ha empezado la semana? La mía, muy bien, con intensidad, de esas en que te levantas y murmuras un -”venga, hoy a tope...”-

Por la mañana, mientras añadía nueces a los dos yogures con cereales del desayuno, hablaba con una residente del próximo descenso de Sella al que suelen acudir algunos de los residentes del centro. Me decía que es una gran experiencia, y que, aunque a veces te vas al agua, hay alguien cerca siempre para sacarte a flote. He de decir que ese comentario ha hecho que me diese un poco de miedo; pero, a fin de cuentas, se trataba de una experiencia nueva y quería estar, por lo menos, abierto a la posibilidad de participar en el descenso en canoa de este año. Lo gracioso ha sido que, al comentarlo con la entrenadora, me ha dicho que no era lo más conveniente por aquello de prevenir posibles lesiones tontas a un mes de la copa del mundo. Y bueno, reconozco que no le he insistido mucho, jajaja! Si puedo, iré con mi princesa de espectadores.

Después del desayuno, he subido a hacer la sesión de pedalier. Hacía tiempo que no lo tocaba, y me apetecía mucho. Además, ya que tenemos el pulsómetro, he querido comprobar qué ocurre mientras pedaleo. Y he llegado a una conclusión, o mejor dicho, a unos datos, que todavía no sé cómo interpretar: tanto en el pedaleo, como en el ejercicio de aeróbic de la tarde, la frecuencia que he alcanzado ha sido siempre menor que la que alcancé en todos los partidos que jugué en el Cto de España. Son cosas que me resultan muy interesantes! Total, que he estado media hora pedaleando y luego me he marchado a mirar unas cosas al centro. Hacía un airecito fresco, pero al sol daba gusto.

Por la tarde, tal y como os comentaba, he tenido sesión de aeróbic. Hoy, básicamente, ha sido un día de trabajo físico; sin bolas... pero ha estado muy bien. Me he dado cuenta que la fatiga no aparece donde aparecía antes, y que todo va bien a nivel físico, cosa que me alegra mucho.

Ayer se marchó una residente del centro. Se le terminó la estancia aquí. Otra se va mañana de vacaciones hasta septiembre, otros se fueron el viernes... así que están siendo días de despedidas. Por otro lado, ha llegado un residente nuevo. Cosa que no tendría mucha relevancia si no fuese porque es como si me viese a mí hace 15 años. Camina con la espalda curvada por la hiperlordosis, las rodillas por delante, los brazos oscilantes... todavía no sé cómo se llama. Parece un tipo extraño; no habla con nadie. Pero es normal. Llegó el viernes.

Y poco más. Camilo se ha rapado la cabeza al cero y parece otra persona (pa!), poskiwoman llamaba ayer a la guardia civil porque se quería ir a su casa y no le dejan... en fin... lo normal, jajaja!

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