jueves, 7 de julio de 2011

Día 264

Hum...

Hola a todos! Qué tal ha ido el jueves? A los de Pamplona, a mi querida Eri, feliz San Fermín. Hoy, me he levantado contento, y me ha durado todo el día, cosa que siempre es de agradecer.

Os cuento que ayer, tras escribiros, salí a pasear un poco. Tras el ajetreo del campeonato de España, suelo acusar bajar el ritmo; y tener cinco minutos libres al día, es algo que llega a aburrirme. Así que opté por salir a dar una vuelta. Terminé en el parque que hay junto al río, donde todas las tardes hay dos grupos de gente mayor. Unos, juegan a una especie de bolos que son autóctonos de aquí, que se juegan con una bola que es como media luna, o como media bola, y que se lanza por el aire. El otro grupo, estaba jugando a la petanca. Y bueno, aunque se trataba de desconectar un poco, me quedé a verles jugar. Es tan similar y tan diferente a la vez... los gestos de los abuelos al lanzar son muy similares a los de muchos jugadores de boccia, incluido yo. En eso, uno de ellos me reconoció, pues era el padre de uno de los usuarios del centro de día. Me presentó al resto como el campeón de boccia. Y noté que algunos abuelos sopesaban sus bolas dando golpecitos en plan... -”conmigo no podrías”. Jajajaja! Me encantó el aire desafiante... pero preferí no jugar. Las bolas metálicas de petanca son demasiado pesadas para mí. ...¿o no? Jajajaja. Ya probaré un día con ellos.

Después de verles jugar un rato, regresé para la cena. En cuanto al día de hoy, os puedo decir que ha sido bastante tranquilo. A pesar de estar alegre, me he despertado con cierta sensación de aburrimiento; y mi cerebro se ha puesto a pensar en opciones de ocio. Al final, he buscado a la responsable de ocio del centro y le he preguntado si me dejarían una sala para hacer manualidades con madera. Me ha dicho que lo consultará. Pero, antes de eso, y mientras veía unos partidos de boccia, he hecho los ejercicios de condición física de la mañana. Y bueno, el resto de la mañana ha pasado con sencillez.

Por la tarde, como un temerario, me he dispuesto a montar, sin leer las instrucciones, una pequeña mesa que compré el otro día con cajones. He tardado una hora y pico, pero ha quedado genial. Creo que, como tiene algo de holgura, resistirá los terremotos sin problemas, jajaja! Y bueno, después de montar la mesa, he hecho otra tanda de ejercicios similares a los de la mañana.

Y poco más. La semana que viene se marchan muchos residentes de vacaciones, y se augura que el centro se quedará algo vacío. Mientras tanto, algunos de ellos siguen con sus andanzas. Por fin descubrí al robapanes. No sé si os lo he dicho. Se trata de un residente que se ha comprado una nevera, y se lleva los panecillos de los demás para guardarlos para cuando tiene hambre. Es una especie de hormiga que va amontonando para el invierno... hoy, poskiwoman me ha llamado “cabroooon” porque estaba en mitad del pasillo, con la mirada ausente (ella), esperando a que la entrasen en el comedor. Y le he dicho un “Venga mujer, que tú puedes moverte sola”. En fin... hablaba con una residente de que tengo la sensación de que todo el mundo está loco aquí dentro. Ella me decía que no es una sensación. Es una realidad... me encanta!

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