Día 244

Hum...

Hola a todos! Qué tal? Me alegra veros de nuevo. Hoy me he levantado con la música del Bolero de Ravel de fondo. Os mando los dos enlaces a la versión que he escuchado. Me ha gustado mucho la presencia del director de orquesta; cómo, sin batuta, iba mandando a los músicos con la mirada... vale la pena detenerse a verlo. Os lo recomiendo.

http://www.youtube.com/watch?v=8po7FZonP-I

http://www.youtube.com/watch?v=MnyiofG9k9M&feature=related

Bien, hoy no hay mucho que contar en lo que al día se refiere. Los que seguís el blog desde el principio, podréis adivinar casi con toda seguridad que hoy, jueves, tocaba fisio por la mañana y entrene por la tarde.

Esto, es cierto. Y podría ser irrelevante, e incluso rutinario. Pero he querido que fuese un día diferente. Y lo he conseguido. Ha bastado con ir a los sitios por un camino diferente, observando cosas en las que no había reparado antes, intentando entrenar como si fuese el último día y a la vez el primero... es fácil dejarse llevar por la monotonía, de forma que nos perdemos infinidad de detalles que siempre han estado ahí, pero que nunca hemos prestado atención. La fisio, me ha dado una conversación agradable mientras me masajeaba el brazo, y he podido conocer un poco más de la persona en la que confío mi salud cada mañana. Ya no se trata de “la fisio”, sino de alguien con aspiraciones, con hobbys, con recuerdos, con un pasado... y esas son cosas que siempre han estado ahí, esperando a que alguien se interesase por ellas... el entrene, que se ha basado en el control de la fuerza con la que lanzamos, ha sido chulo, porque éramos 9 y teníamos que hacer un ejercicio todos juntos. Si uno fallaba, todos volvíamos a empezar de nuevo. Y eso ha hecho que el apoyo y las felicitaciones hacia los otros, fuesen espontáneas y divertidas. Ha sido un buen entrene.

Para mí, hoy ha sido un día sencillo y llevadero. Y creo que es lo mejor que me podía ocurrir de cara a este fin de semana, que estaré concentrado en Madrid hasta el domingo por la noche. Así que no os podré escribir hasta el lunes. Pues intuyo que el domingo llegaré tarde y cansado.

En cuanto a la vida de aquí, os cuento que anoche vino una residente a mi habitación, a contarme que le han llamado de dirección para comunicarle que dentro de un mes ha de abandonar el centro. Por lo general, la estancia en el centro es de 18 meses, según tengo entendido. Aunque, hay gente, que lleva aquí mucho más tiempo. Unos son deportistas, otros son encamados... hay de todo. Pero parece ser que el verano será el punto y final para más de un residente. Después, les quedará la opción de ir a otra residencia o volver a sus casas. Y otros nuevos vendrán...

Y poco más. Os he querido adjuntar una foto a los que no veis el blog y que recibís el diario por correo.  Es el fondo de pantalla del nuevo blog. Se trata de la flor del cerezo. Os contaría que es la flor del árbol japonés por excelencia; y que me recuerda a muchas películas y escenarios orientales y de temática budista. Pero, en realidad, la he puesto porque me recuerda a mi princesa y quería tener un guiño con ella. La flor del cerezo apenas permanece un día en la rama y luego vuela, se desprende del árbol... por eso mismo, porque dura tan poco, es tan hermosa. Mi princesa, de un modo y otro, florece cada día de una forma diferente, haciendo cada día único y valioso...

Lo dicho, os deseo un buen fin de semana a todos. Nos vemos el lunes.