Día 238-240

Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el fin de semana? Espero que bien. Son dos días estupendos para desconectar y cargar pilas de cara a la siguiente semana. Poco a poco se va acercando el verano para aquellos bienaventurados que tengan vacaciones. Ánimo!!

Tal y como os contaba el jueves, debía haberme marchado el viernes de viaje. Pero por un imprevisto, no pude marcharme. Así que os cuento, por encima, lo que he hecho el finde.

El viernes, después del fisio, no hice mucho por la mañana. Una residente tiene problemas en su ordenador y me pidió que fuese a darle un vistazo. Por la tarde, tuvimos entrene en el pabellón. Estuvo bien. Aprovechamos el tiempo y pudimos jugar varios partidos. He notado mucho el cambio de suelo de parquet al sintético; parece que me hago a él enseguida, y siento que las bolas van mejor. Es algo que me está dando mucha seguridad a la hora de entrenar.

Y bueno, el viernes no dio mucho más de sí. El sábado tampoco; pues, excepto el ejercicio físico que hice por la mañana, no hubo mucho más que hacer. Aproveché para salir de comprar y llenar la nevera de la habitación; y, de paso, comprar un libro de lectura divertida y ociosa con el que pasar los ratos muertos.

Hoy, dispuesto a no pasar el día en el centro, me he marchado a Burgos. Tenía en la lejanía del recuerdo la visita a la catedral de hace, al menos, 15 años. Así que, he pasado el día y he comido allí. Desde luego, es más grande que la catedral de León. Pero, no sé si es porque ya me siento un paisano más de aquí, a mí me gusta más la de León. Además, pagar 4 euros por entrar a verla, me ha parecido un robo.

Y poco más. Ha sido un fin de semana más bien aburrido. Eso sí, el último hasta dentro de, por lo menos, un mes... jejeje! Todos los siguientes, ya están ocupados por boccia, boccia y más boccia.

En fin...