miércoles, 1 de junio de 2011

Día 229

Hum...

Esta mañana, al salir de la habitación para bajar a desayunar, me he encontrado con Carmelo en la cristalera de la esquina, mirando el paisaje que hay al otro lado a los sorprendentes y refrescantes cero grados que marcaba hoy el termómetro. La cristalera es un lugar desde el que se domina toda la explanada que hay hasta las casas del pueblo de enfrente. Es un lugar que tiene unos sillones y que, aunque ninguno de nosotros los usa, obviamente, nos gusta quedarnos allí a charlar alguna noche que otra. Carmelo, estaba mandándole un sms a su princesa, de buena mañana. -la vas a despertar- le he dicho. Y sonriendo me ha dicho que no; que ella suele encender su móvil más tarde. Se ha acostumbrado a que ella le lea más tarde, cuando despierta, y de esa forma, hacer que ella comience el día acompañada. -si le alegro el día nada más comenzarlo -me decía- hago que el mío sea alegre también. Por la tarde, le he visto mandando otro sms. -¿otro?- le he preguntado. Y sonriendo me ha contestado: -el amor es como una planta, hay que regarlo constantemente. No debes dar por hecho que ya sabe que le quieres. Ha de sentirlo todo el tiempo. ...qué cosas...

Hola chicos! Qué tal el miércoles? El mío ha sido fresco, fresco. Me he levantado a 0 grados, y a mediodía no hemos pasado de los 14 a pleno sol. Daba gusto pasear con la chaqueta puesta. Bien, os cuento que esta mañana la he dedicado a los ejercicios de condición física. Estamos a menos de un mes de la primera competición, y no es momento de inventar ni de aumentar cargas de trabajo físico. Simplemente, hay que mantener el trabajo que se ha ido haciendo durante los casi 8 meses que llevo aquí... así que, eso, un poco de ejercicio para mantener el cuerpo en condiciones. Después, he salido a comprar un libro. Es una tarea difícil en esta ciudad, pues no hay librerías grandes como las que tengo acostumbradas en Valencia. Quería huir de comprar los libros por internet, pero no me quedará otra.

Por la tarde, nada más comer, he tenido sesión de fisio. Corrientes y masaje. Lo normal... espero no aburriros demasiado con la rutina de entrenamiento o fisioterapia. Y, ahora que lo digo, si alguien desea que hable de algo concreto, o de algún residente, no tiene más que decirlo, que se hará lo que se pueda.

Y bueno, después del fisio, y tras la sesión de aeróbic y la ducha correspondiente, os cuento a modo gracioso la conversación de esta tarde.: estábamos hablando de una serie de televisión, y he exclamado algo así como que no recordaba dónde estaba yo con aquellos años. Y una residente a la que le tengo mucho cariño, y con la que bromeo mucho, ha respondido con seriedad: -”yo estaba en coma”-. Tras lo cual, ha soltado una carcajada enorme ante mi cara de (o_O). Resulta que tuvo un accidente y estuvo en coma 8 meses. Durante ese tiempo, sus hermanos pelearon contra el médico, que aseguraba que no iba a despertar y que lo mejor era desconectarla de la máquina que la mantenía con vida de forma artificial. Pero, tras 8 meses, despertó... caprichos de la naturaleza. Nos hemos reído ironizando la situación que ahora se da cada vez que ella se encuentra de cara con el médico en cuestión.

Y poco más. Ha sido un día sencillo, de los que da gusto guardarlo en la memoria por su tranquilidad y su paz cotidiana. Mañana, vendrán otros quehaceres. Pero eso, como siempre, será mañana. Hoy, brindemos...

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