viernes, 8 de abril de 2011

Día 175

Hum...

hola chicos! No os podéis imaginar la sensación que produce esquiar, con el sol acariciándote a 22 grados, escuchando el crepitar de la nieve bajo el esquí, mientras desciendes a una velocidad media con la mente libre, sin pensar... solamente el aire fresco, las gotas de nieve que salpicaban en la cara y la emoción de estar haciendo nuevo algo por primera vez. Hoy me fui a la nieve!!! os mando alguna foto para que veáis la pinta de profesional que tenía. Os confieso que, cada vez que iniciaba el descenso, tras bajar del teleférico, no podía evitar entonar la tonadilla de James Bond... me ha encantado!

Resulta que anoche me llamó mi entrenadora. Uno de los chicos del grupo que va a esquiar no iba a ir hoy, y quizás me apetecía probar la experiencia... la verdad es que me dio un poco de miedo, pues no había estado en la nieve desde hace... 20 años? Pero me animé y dije que sí. Así que hoy, tras madrugón al canto, nos hemos plantado en las pistas a eso de las 10 de la mañana y hemos estado esquiando sin parar hasta la 1. la verdad es que he trabajado mucho las lumbares y el control de tronco con los giros. Es muy curioso, pues la sensación me recordaba mucho a la de ir con una moto de gran cilindrada tumbando en las curvas. Solo que, en vez de hacer el giro con las rodillas, como la gente que va de pie, aquí lo haces más con el tronco... Pero buah... es una sensación de libertad increible. Apenas habremos cogido 50 ó 60 km/h, pero me ha encantado. Llevaba un guía conmigo, que era el que iba llevando la silla; así que yo casi era un pasajero más que otra cosa. Le ayudaba en los giros tumbándome hacia un lado u otro. Pero vaya.... genial!



Y bueno, hemos vuelto al centro a comer, en poco más de media hora, y enseguida al entrene de bolas. Estaba entre emocionado y cansado; y hemos sacado lectura de ello en el partido de esta tarde. No me ha costado nada tomar las decisiones correctas en el partido de parejas; pero luego, a la hora de ejecutar, hasta que no he respirado un poco y me he centrado, las bolas no iban, ni mucho menos, con la precisión de ayer. Así que, hemos de seguir trabajando. Es cierto que hoy ha sido un día especialmente agotador; pero aun así, me quedo con la idea de seguir trabajando físicamente para mantener el rendimiento físico en competiciones internacionales, donde los días se hacen largos y pesados.

Hoy, me voy feliz a la cama.

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