miércoles, 6 de abril de 2011

Día 173

Hum...

Si alguien pensaba que la tercera entrega, la tercera temporada sobre las aventuras de los residentes en el CRE, estaba equivocado. Hoy, me he encontrado con un episodio inesperado. Algo que no sería capaz de florecer en la mente de ningún guionista, por mucho que se precie. Algo de realidad que, como en muchas ocasiones, supera a la propia ficción. Os cuento:

Era la hora de comer. Salí de la habitación en dirección al ascensor más cercano. Allí, como en muchos días anteriores, coincido con un hombre que va en silla y bajamos juntos en el ascensor. Hace tiempo que lo operaron de un hombro; y, por gentileza, le pregunto cuando le veo, a ver qué tal va. Hoy, su cara era de enfado. Así que, pensando que tenía alguna molestia, le he preguntado por su salud. Intentaré plasmaros la conversación (vamos a llamarle de nombre... Marcial):

-Hola Marcial, que tal ese hombro?
-Ufff, el hombro bien. Lo que me tiene mosqueado son los espíritus que me han enviado a la habitación.
-ein? (o_O)
-pues que se ve que alguien me ha echao una magia de esas, y tengo la habitación llena de espíritus.
-Vaya... qué gente hay por el mundo... cabrones... (¬¬)
-Joder! Es que estoy haciendo cualquier cosa, y empiezan a molestarme, a mirarme... aparecen, se van...
-Vaya, y qué vas a hacer? (En ese momento me he acordado de TristanBraker, el cazafantasmas que salía en el programa de Alfonso Arús), has intentado hablar con ellos, a ver qué quieren?
-Pues no lo sé... he hablado con la neuropsicóloga, y quiere que vaya a ver al psiquiatra. Pero no creo que él los expulse...
-Y a parte de verlos... notas su olor?
-Oh!, sí! (le ha encantado que mostrase tanto interés) Huelen como a cera fina, de las velas... te digo yo que son espíritus de esos que te envían haciéndote magia.
-Caramba... qué interesante! (Le diría de ir a la habitación, dar un vistazo, pero igual me mandan a mí también al psiquiatra... jajaja!)
-Nada! Ya te contaré cómo va todo...
-Sí, sí, tenme al corriente, que es algo serio...
-Adiós.
-Adiós.

Hola chicos!! venga, que casi estamos a jueves! Qué tal el día? Que alguien haga el favor de apagar el horno, Dios! Yo que vine mentalizado del frío de León, y os escribo ahora mismo, con la ventana abierta y en camiseta, a 22 grados. Qué calor!

Bien, os cuento que esta mañana, tras el desayuno, he subido a hacer la media hora de pedalier. Sigo pensando en la idea de filmar un recorrido de forma que luegopueda imaginar que lo estoy haciendo con la bici. Me sé el paisaje de mi ventana de memoria. Con este calor, he de beber más agua, pues sudo más. Así que estoy saliendo a una botella de litro y medio al día. No es mucho; pero como antes apenas bebía, es todo un logro. Así que, en vez de comprar las botellas de dos en dos, he optado por ir con la silla eléctrica, como cuando iba con mi madre al Mercadona, y traerme una caja de seis botellas en los reposapies.

Tras el pedalier y estirar un poco, no he hecho mucho más. Bajar camisetas a la lavandería e ir a la habitación de una residente a la que le estoy configurando unas cosas en su ordenador. Otra de las consecuencias del aburrimiento, es que la gente termina metiéndose en webs de dudosa reputación y terminan con los ordenadores llenos de basura.

Y bueno, tras la conversación con marcial y comer, he ido a aeróbic. Hoy me he cansado un poco. Bueno, un poco bastante. Todos los movimientos eran de hombros; y claro, tras tantos minutos, al final han dicho basta y he tenido que parar. Supongo que el calor también tenía algo que ver...

Tras el aeróbic, me he hecho un bocadillo de atún para recuperar un poco y me he bajado a ajedrez. El Maestro estaba ocupado jugando con uno de los chicos de la universidad. Así que me he puesto a jugar con un chico con el que no había jugado nunca. Tiene ataxia y le cuesta mucho moverse. Aparte del esfuerzo de mover sus brazos, es el trabajo que tiene que hacer para coger una ficha sin temblar, sin tirar la mitad de las fichas del tablero... he visto que para él, el ajedrez es una herramienta más de rehabilitación al tener que coger fichas pequeñas y moverlas con cierta precisión. La partida ha estado bien. Le he ganado en algo más de 40 minutos. Poco a poco voy perdiendo la actitud conservadora que dice El Maestro que tengo, y voy siendo más agresivo con las fichas.

Y poco más. Voy a ver si me doy una ducha antes de bajar a cenar, que con este calor, es lo que más apetece.

Besos a todos!

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