martes, 5 de abril de 2011

Día 172

Hum...

“Si buscas un trabajo donde hagas aquello que amas, nunca tendrás que levantarte para ir a trabajar”

Una buena amiga, a la que quiero un montón, me ha mandado un power de esos sobre imágenes de bonsáis y pensamientos de Confucio. Uno de ellos, era el que os cito al principio del día. La verdad es que me ha encantado, porque, en un flash, he visto una de las sensaciones que, después de casi 6 meses, sigo teniendo en cada despertar. Estoy aquí porque elegí hacer algo que me gusta. Y el hecho de hacerlo contento y con ganas, hace que cada despertar no suponga un esfuerzo. Me ha encantado...

Bien, hola chicos! Qué tal el martes? El mío ha sido sencillo, con la tónica de días anteriores. Tras levantarme y hacer la rutina propia de antes de bajar a desayunar, he visto al fisio y me ha dicho que andan ocupados por un tema de valoración de residentes, y no podrá atenderme en toda la semana. Vayaaaa! Así que, tras desayunar, me he subido a la habitación a charlar media hora con el pedalier. Me estoy planteando grabar imágenes, como un programa que había por la noche hace muchos años en la tele, en la que simplemente veías el recorrido que hacía un tren. A veces, me aburre pedalear mirando a la nada mientras escucho música. Cualquier día de estos, me pongo la cámara en la silla o en el coche, y así luego imagino que pedaleo por esos lugares... jajaja!

Total, que después del pedalier, me he acercado a correos a entregar el sobre del voto por correo que recogí ayer; y, de paso, comprar más botellas de agua. A cada viaje, compro 2 ó 3, y así puedo despreocuparme a lo largo de la otra semana. Para mi sorpresa, hoy hacía 20 grados; un día estupendo para pasear al sol. El recorrido hasta el centro comercial apenas lleva 10 minutos, aunque, el terreno no está bien asfaltado y es un poco incordio al ir dando saltos con la silla si vas muy deprisa.

Después de correos, he vuelto al centro para ir a la sesión de terapia. Hoy, me ha supuesto un esfuerzo enorme. No por fuerza, sino por hacer los movimientos de la forma correcta. Simplemente, tenía que coger unos conos e ir apilándolos en otro lugar de la mesa, pero abriendo bien la mano, sin dejar que la muñeca se torciese, cogiendo el cono, dejándolo y volviendo a abrir la mano totalmente para soltarlo. Es increíble lo que cuesta reeducar al cuerpo después de años de movimientos viciados. Pero me gusta. La terapeuta, que siempre huele muy bien, dice que sigue apreciando ligeras mejorías. Que aprecia cómo me empeño en hacer las cosas bien aunque me cuesten más tiempo. Y que eso es bueno. Ninguno de los dos creemos que ganemos musculatura con este trabajo; pero sí que mantendremos la que hay ahora. Le he preguntado por su colonia, y me ha dicho que es una mezcla que se hace ella entre 4 ó 5. Curioso...

Después de comer, hemos tenido entrene. Seguimos con los ejercicios de control de dirección y los combinamos con ejercicios de control de la fuerza de lanzamiento. Todavía queda mucho por hacer, pero las cosas van saliendo poco a poco. Además, al estar aquí, cuando entreno, veo que sigo teniendo la cabeza en lo que toca, y eso es importante. Con la estancia en el centro, voy aprendiendo el verdadero significado de la palabra “concentración deportiva”, y lo importante que es estar centrado en el deporte sin que nada externo te influya en tu trabajo.

Y poco más. Espero veros mañana por aquí. El blog se acerca ya a las 3.000 visitas, cosa que me alegra mucho.

Un abrazo!

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