jueves, 31 de marzo de 2011

Día 167

Hum...

Hola a todos! Cómo ha ido el jueves? Supongo que con calor. Aquí, poco a poco, uno se va olvidando del temido frío leonés. Los árboles, con cierta timidez, van dejando salir los verdes, decorando así un paisaje que necesitaba renovarse... esta mañana estábamos a 1 grado y ahora mismo hacen 17. Así que uno no sabe bien qué ponerse.

Bien, os cuento que hoy he tenido una mañana más o menos sencilla. He ido al fisio a seguir con el plan de trabajo. Primero corrientes, y luego piernas. Hoy, mientras me estiraba las piernas, me decía que piensa que ya las abro más que él, jajaja, y me recordaba a la típica escena de Jean Claude Van Dame, jajaja! Lo gracioso de la mañana ha venido cuando, al subir a la habitación, me he propuesto buscar un lugar donde cargar el depósito de la carabina de cara al torneo de tiro del día 16. Al final, tras un par de llamadas, he terminado hablando con un hombre que tiene un campo de paintball en las afueras de León. Es un sitio de esos a campo abierto, donde la gente se dispara con armas de aire comprimido y balas de pintura y dan rienda suelta al Rambo que todos llevamos dentro. Al final de nuestra conversación, me ha ofrecido trabajo!! y yo diciéndole que no, que aquí estaba para otras cosas, que lo del tiro es por hobby, que si la boccia, que tal... y hemos quedado para el sábado, que iré a ver las instalaciones y de paso que me cargue el depósito.

Después, he estado un ratito con El Maestro. Ha estado en la cama con dolor en el pecho casi todo el día. Ahora vengo de su habitación y me ha alegrado ver que se ha levantado. Muchos mocos... me decía. Espero que solo sea eso. Y bueno, de allí, a la sala de terapia a trabajar un poco las manos y los dedos. Pero ha habido cambio de planes. Siguiendo con la idea de ver qué usuarios son independientes y pueden hacer tareas de forma que desahoguen un poco a las auxiliares, hemos ido a una habitación para ver si me podía hacer la cama desde cero, yo mismo. Y hemos visto que no. la típica sábana bajera, con gomas, se me escapaba de un lado mientras ponía el otro... me cansaba... así que al final, la terapeuta me ha dicho que lo dejase estar.

y... tachaaaaan! Después de comer, no hemos ido al pabellón por motivos técnicos; por lo que he sustituido el entrene de bolas por ejercicio físico. Así que hoy he tenido el primer encuentro con el pedalier. Ufff, entre el esfuerzo y el calor de la habitación, he cogido una sudada espantosa. Me encanta la sensación que tengo al ver el crono y pensar “un poco más, un poco más...” y llegar al final de cada periodo. Las pulsaciones no son muy elevadas, cosa que también me encanta. Al final, ha sido media hora de rodar acompañado por la música de antaño. Me ha encantado! Y lo mejor es que, tras unas nueces, he seguido con la segunda parte de los ejercicios. Ejercicios que, tras el pedalier, se han hecho como más llevaderos, como más fáciles... jejeje!

Y poco más. Me siento cansado de la semana. Mañana tengo tute todo el día otra vez, y el sábado descanso. Qué ganas tengo!!

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