Hum...
Hola chicos! Ayer no os escribí, pues regresé algo tarde y cansado; así que hoy hay dos entradas en el blog. La de ayer y la de hoy.
Ayer, fue la última jornada de la liga de Madrid. Tenía tres partidos que jugar, y allá que nos fuimos, a disputarlos y defender el título del año pasado. El viaje fue bien. Hizo un tiempo estupendo todo el camino, y la reducción de la velocidad punta se tradujo en un consumo reducido.
Bien! Como he de bajar a desayunar, no me extenderé mucho. Simplemente contaros que gané los tres partidos y me quedé, imbatido, campeón de liga. Y con ello, la clasificación para el campeonato de España por clubes, que será en Elche en verano. Pero, aun así, el sabor de ayer fue agridulce. No fue un buen día. No jugué bien, o al menos, a mí no me gustó. Hubo una buena toma de decisiones, pero no conseguí ejecutar las cosas que deseaba hacer. Hablando con mis compañeros, me decían que les ocurrió lo mismo. El frío, seguramente... aunque, no me gusta buscar las razones fuera de mí, sino dentro. Grabamos los partidos, para revisar después mi actitud y mi forma de jugar en cada partido. Seguro que sacamos mucha información de ellos. Aunque reconozco que, el hecho en sí de que me estuvieran grabando, fue algo que me incomodó. Recuerdo que, en las competiciones internacionales, siempre tiro a los cámaras del campo.
Al menos, ahora sigo sabiendo dónde estoy y hacia dónde quiero ir. Y me apetece tanto llegar...
Os veo a la noche!
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