lunes, 14 de marzo de 2011

Día 147+3= 150

Hum...

Lo que fue el fin de semana, dónde estuve, y con quién, me lo guardo para mí. Si alguien tratase de describir una obra de arte, la que más admire, siempre terminará por reducirla a palabras; perdiendo así la magia que sólo experimenta quien aprecia la obra por sí mismo. Es algo que yo no haré.

Así que, como si estos días fueran un tesoro bien guardado, os escribo de nuevo. Hoy, es lunes de lluvia, pero lunes de sonrisa. Todo vuelve a la normalidad, al ritmo frenético con que un caracol avanza sin cesar, inamovible ante el clima, hacia la meta que se ha marcado. Pienso que lo importante no es correr, sino no detenerse. Qué importa, o más bien, qué necesidad hay de hacer las cosas con presteza, cuando lo importante es hacer bien las cosas por el camino, y no el hecho de llegar a costa de lo que sea? Acaso no hacemos viajes, proyectos, caminos en los que aprendemos y disfrutamos más mientras los recorremos que en el momento de alcanzarlos? A veces, es bueno tener una meta, ya lo hablaba en su día con Saturnino, para tener algo que te mueva a caminar, a llegar a alguna parte en esta vida. Pero, lo realmente importante, no es la meta que persigues, sino con qué actitud recorres el camino.

Bien, os cuento que esta mañana he tenido sesión de fuerza. Hemos decidido bajar un poco el ritmo de trabajo para no sobrecargar los hombros. Hemos de ir con tiento, con conocimiento... así que hemos vuelto a las pesas de 1 kilo, con trabajos de lanzamiento, de oscilación de hombro, y de sujeción de peso con los dedos. Después, y ya que ayer llegué y lo dejé todo en el suelo, me he dedicado a guardar cosas en el armario y poner la habitación en orden.

Por la tarde, tras comer y dormir un ratito, a las 16h, para guardar la rutina de horarios de la que tanto os he hablado, he hecho aeróbic. Supongo que la pereza ha hecho que costase un poco más de lo normal; pero la idea de ser constante y de esforzarse, es suficiente para hacer las cosas con gusto. Tras el aeróbic, nueces y agua fresca; y a buscar a El Maestro para jugar al ajedrez. No le he encontrado. Hoy, andaba cabizbajo, y se ve que se ha marchado a que le diese un poco el aire. Un residente me comentaba que se ve que está notando ahora la ausencia de su madre. Supongo que es un estado, el duelo, que ha de pasar, como todo el mundo. Le dejaré un tiempo y volveré a buscarle, para hablar con él, distraerlo un poco...

Y poco más. El resto de la tarde y transcurrido con sencillez. Voy a ver si me doy una ducha y bajo las cosas a la lavandería.

Ah! por si no os habéis dado cuenta, he añadido una nueva sección en el blog. En ella, podéis votar sobre el personaje de este diario que más os llama la atención, y que queráis que os hable y os cuente cosas de él.

Ahora, he de dejaros.
Un abrazo!

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