sábado, 5 de marzo de 2011

Día 141

Hum...

Hola chicos! Qué tal el sábado? Aquí, tanto que iba a nevar, y nada... he podido salir con la silla a comprar unas cosas y que me diese el frío en la cara.

Esta mañana, por primera vez, me he dormido. Menos mal que me han mandado un mensaje de buenos días (ays....) y me he despertado. Tras desayunar, he subido a hacer los ejercicios de la condición física. Hay que decir que se han alargado un poco al sumar algunos de los ejercicios que he de hacer mientras veo la tele. Y bueno, tras la música de los de siempre, he aprovechado para ver las noticias de canal nou por internet mientras hacía los nuevos.

Tras ellos, y ya que no nevaba, he aprovechado para ir al chino a comprar unas cosas. Necesitaba inventar, improvisar algo para fabricar un aparato con el que hacer algunos de los ejercicios. Y bueno, os mando el resultado en una foto. Se trata de un bastón de madera al que le he quitado la cabeza, forrado por dos rodillos de pintor y con una peonza colgando. Total del invento: 3 euros. Con él, sujetándolo frente a mí, voy girando el bastón de forma que se enrolla la cuerda y sube la peonza, para trabajar la flexión y la extensión de la muñeca. Me encanta...



Después de comer, como si fuera un lujo para unos pocos, me he tumbado a hacer la siesta. Apenas media hora, pero me ha sabido a gloria. Me he levantado para hacer los ejercicios de la tarde con el nuevo invento incluido. Después, con la tarde por delante, me he acercado al centro a comprar unas cosas y he vuelto a la residencia. El Maestro está en la cama, con fiebre, y ya que le tengo aprecio, he preferido volver pronto y hacerle compañía. Han empezado a llamarle por teléfono, y he aprovechado para venir y contaros lo que el día ha dado de sí. Ahora volveré a estar con él hasta la hora de la cena.

Y poco más. El centro está más vacío de lo habitual. Algunos se han marchado de fin de semana, un grupo se fue al campeonato de boccia de selecciones autonómicas, otros a pasar el día... en el segundo turno de comida, éramos menos de la mitad que un día normal. Eso sí, las camareras iban disfrazadas y le han dado un toque humorístico al día. La recepcionista, vestida de pirata, llevaba un loro de peluche en el hombro... espectacular.

Lo dicho, espero que hayáis pasado un buen sábado. El mío ha sido muy tranquilo, muy sencillo... cosa que me agrada. Hasta mañana!!

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