martes, 1 de marzo de 2011

Día 137

Hum...

Hola a todo el mundo! Qué tal ha ido el día? Vaya frío, eh? Aquí, ahora mismo, el ordenador marca 4 grados, pero la sensación térmica, por el aire, es de -1. Ufff!!

Bien, os cuento que esta mañana, mientras desayunaba, ha venido Saturnino a contarme cosas. Se ve que la gente le huye cuando le ven con la libreta en la mano; pero a mí me gusta oírle. es... interesante. Hoy, hemos hablado de crisis. Me decía que a veces tiene crisis que le duran unas décimas de segundo. La verdad es que se las noto, porque se pone a hablar, y de repente, se queda como en Standby y al momento vuelve a arrancar. Me preguntaba si alguna vez he tenido crisis o he notado que perdía la conciencia de las cosas... le he dicho que no, y me lo imaginaba borracho perdido, agarrado a una farola. Por lo que me contaba, a raíz de sus crisis de epilepsia, sus hermanos no le dejan hacer nada sin permiso. Y me decía que tiene que pedir permiso hasta para ir al baño. Pero, me guiñaba un ojo y me decía por lo bajo que a veces va a hacer pis sin avisar a nadie... jejeje. A este hombre le gusta el riesgo.

Total, que después de tan ameno desayuno, me he ido al fisio. No me preguntéis cómo, pero he estado dos horas de reloj allí. Ha habido un momento, que aquello parecía un mercao de la gente y el ruido que había. Igual yo sea un delicado, o un sibarita, pero el fisio es uno de esos lugares en los que agradezco el silencio. Y hoy, lo que es silencio, no había. Así que, con las corrientes en las piernas, he juntado las manos en el regazo y he cerrado los ojos. Al menos, así, he conseguido aislarme y centrarme en las sensaciones de las corrientes. Después de los 20 minutos de las mismas, he pasado a la camilla para estirar las piernas. Y bueno... da gusto ver los pies tan lejos, las piernas tan rectas... además, nos hemos dado cuenta que, los días de fisio en que no las estiro, porque hacemos cuello u hombros, no significa que luego cuesten más de estirar en la siguiente sesión. Tengo que decir que siento que tengo un cuerpo muy agradecido. Después, he subido a hacer un poco de amo de casa: hacer la cama, recoger la ropa de la lavandería, meter agua en la nevera... lo normal.

Por la tarde, hemos tenido entrene en pista. Los chicos, han estado un buen rato hablando de las cosas que sucedieron el domingo en la jornada. Sensaciones, bolas, jugadas, acusaciones... de todo un poco. Yo, me he mantenido al margen y he estado entrenando. Hemos seguido con los ejercicios de dirección. He de decir que hoy no han salido muy bien. Fallaba mucho. El frío, la comida, yo... no sé. No me encontraba centrado. Pero no he querido agobiarme con eso. He preferido observarme, ver que no estaba con la mente en lo que estaba haciendo, y he entendido que no se puede estar siempre al 100%. simplemente, hay días en que estás más distraído. Nada más. No es dramático.

Y poco más. Sigo haciendo informes; así que os voy a dejar aquí. Mañana es mi día libre; y todavía no sé qué haré. Pero creo que de eso se trata; de no pensar, de no programar... ya os contaré lo que da de sí.

Os abrazo!

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